La vigilancia policial impide la venta callejera de aves, prohibida por la UE Cómo actuar ante la sospecha
La Unión Europea lleva prohibiendo la venta y exposición de aves en los mercados desde hace más de cuatro meses, por lo que los vendedores callejeros ya no pueden hacer negocio en el mercadillo que se celebra en la plaza mayor todos los miércoles y sábados. Los programas de vigilancia y protección que se prorrogarán, de momento, hasta el mes de mayo fijan una serie de actuaciones de carácter preventivo, como la prohibición de celebrar certámenes ganaderos, mercados, muestras o celebraciones culturales con aves, incluyendo la suelta de palomas. Sólo la Junta de Castilla y León tiene capacidad para autorizar una concentración de este tipo cuando haya efectuado previamente una evaluación de riesgos favorable, algo que no ha ocurrido con la feria del gallo de pluma celebrada este fin de semana, en la que no se han podido exhibir ejemplares vivos. Y éstas no son las únicas medidas que están afectando a la provincia. Dentro de estos planes de protección, el Comité Nacional de Alerta Sanitaria Veterinaria contempla posibilidades como la de ampliar el perímetro de seguridad de diez kilómetros en zonas de riesgo para ajustarlo a las circunstancias orográficas de cada región, por ejemplo cuando hay una montaña que actúe de barrera física, como ocurre en todo el norte de León. La influenza aviar es una enfermedad de origen vírico que puede afectar a diferentes especies animales y, de forma muy especial, a las aves de corral. Sin embargo, es importante señalar que el consumo de carne cocinada de aves no representa ningún tipo de riesgo para la salud humana. El Ministerio de Agricultura ha difundido masivamente un tríptico en el que explica cómo se puede reconocer la enfermedad y cómo actuar en el caso de que aparezca. 1 Cualquier caso sospechoso debe ser comunicado La presencia de alguno de los signos de la enfermedad en las explotaciones avícolas debe ser objeto de sospecha y comunicarse lo antes posible a la unidad veterinaria local más cercana. En León están disponibles los centros de Cistierna, Riaño, Boñar, La Bañeza, Santa María del Páramo, Ponferrada, Fabero, Villafranca, Valencia de don Juan, Sahagún, Villablino, Riello, León, Pola de Gordón, Carrizo de la Ribera y Astorga. 2 El virus se detecta si hay una mortalidad superior al 3% Los signos de la enfermedad en una explotación avícola son: caída del consumo del pienso y agua superior al 20%, descenso de la puesta de huevos superior al 5% durante más de dos días seguidos y mortalidad superior al 3% durante una semana. Algunos de los condicionantes que determinan mayor riesgo en las explotaciones son: cercanía a zonas donde exista una elevada densidad de aves migratorias, cercanía a humedales, lagos, ríos..., sistema de explotación al aire libre, introducción de aves de países procedentes de terceros países, explotaciones mixtas (aves y cerdos), granjas cuyos propietarios hayan viajado a países donde se haya manifestado la enfermedad recientemente y explotaciones que compartan suministradores de pienso que tengan naves en diferentes localizaciones. 3 El virus provoca muertes súbitas y signos nerviosos Los signos clínicos en los animales son: problemas respiratorios severos, cianosis de crestas, barbillas y patas, edemas en la cabeza, plumaje erizado, diarrea, signos nerviosos y muertes súbitas. 4 Se recomienda proteger a las aves domésticas Entre las medidas de bioseguridad recomendadas para las explotaciones avícolas, se recomienda: no alimentar a las aves en lugares donde puedan acceder las aves silvestres, mantener a las aves alejadas de fuentes de agua que también aprovechen las silvestres, proteger a las aves domésticas del contacto con las migratorias, limitar al máximo la entrada de vehículos y personas ajenas a la explotación y utilizar vestuario y calzado exclusivo para entrar en las granjas.