Diario de León

La Audiencia afirma que la investigación de los peritos no compete al juez y que deberá dejarla

Garzón pide amparo al CGPJ ante los ataques que recibe en los medios

El magistrado considera «sistemáticas e injustificadas» las embestidas contra él

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César Calvar - madrid
León

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El juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, pidió ayer al CGPJ que le ampare frente a los ataques de los que atribuye al diputado del Grupo Popular Jaime Ignacio del Burgo, al periódico El Mundo , a la Cope y a la web Libertad Digital, a los que atribuye «ataques sistemáticos e injustificados» que considera «gravemente atentatorios». Según el escrito , esas embestidas tienen como fin último impedir un correcto ejercicio de su labor de investigador de la presunta falsificación del informe pericial que habría sido utilizado para intentar forzar la vinculación de ETA con los procesados por la masacre del 11-M. Por su parte. la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estableció ayer que este tribunal no es competente para investigar la supuesta falsificación de informes del 11-M urdida en torno a la pretendida vinculación de ETA con los responsables de matanza de los trenes. Con este criterio rechazó una petición de la Fiscalía para que el juez Baltasar Garzón pudiera investigar esa presunta falsedad porque, de haber delito, no estaría relacionado con terrorismo, de ahí que el caso compete «a los juzgados de Madrid» y no a un juzgado central de instrucción. La Sección Segunda de lo Penal mantiene así su decisión de dejar el caso y toda la documentación que el diario El Mundo envió al juez Juan del Olmo en manos de la titular del juzgado 35 de Madrid, Gemma Gallego. La juez madrileña, que ha abierto diligencias para conocer las posibles irregularidades, pidió el martes al Supremo que aclare si las indagaciones le corresponden a ella o a la Audiencia Nacional. El informe que originó esta causa fue redactado y firmado por el jefe de la Unidad de Análisis de la Policía Científica, Francisco Ramírez, que el citado diario presentó como una falsificación para ocultar al juzgado que investigaba el 11-M que los peritos Manuel Escribano, Isabel López y Pedro Manrique habían descubierto que unos restos de ácido bórico insecticida y que cualquiera puede comprar en una droguería- hallados en casa del imputado Hasan Haski eran la prueba que relacionaba a los promotores de aquella masacre con ETA. El informe recalcaba que la misma sustancia fue encontrada en un piso utilizado por un comando de ETA. Mientras la Audiencia Nacional remitía la denuncia periodística a los juzgados ordinarios, una denuncia presentada por la plataforma España y Libertad cayó en manos del juez Garzón, que le dio la vuelta a la tortilla y acusó a los peritos de elaborar un documento falso en origen para avalar la denominada teoría de la conspiración. Los tres, interrogados como testigos el pasado jueves, están citados a declarar como imputados el próximo día 18 ante el magistrado, que de momento mantiene las diligencias.

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