Entierran a los dos hombres muertos en la explosión de gas en una vivienda de Cuenca

Los dos hombres, padre e hijo, que murieron a consecuencia de una explosión de gas que se produjo la noche del domingo en su vivienda del barrio de Villarromán de Cuenca fueron enterrados en la tarde de ayer en el cementerio municipal de la ciudad. Los fallecidos, el policía nacional prejubilado A.H., de 57 años, y su hijo R.H.G., de 27 años, recibieron sepultura en el cementerio municipal Santísimo Cristo del Perdón de la capital conquense tras oficiarse el funeral que comenzó a las 16.30 horas en la iglesia parroquial de San Fernando. Al funeral asistieron unas 200 personas que llenaron el templo, entre las que se encontraban el alcalde, José Manuel Martínez Cenzano, varios concejales y el comisario jefe de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Cuenca, Mariano Briones. La explosión se produjo hacia las 23.30 horas de la noche del domingo, a consecuencia probablemente de un escape de una bombona de gas butano, en la vivienda situada en el tercer piso del portal número 3 de la avenida del Mediterráneo en la que vivían las víctimas. El padre, un hombre muy conocido en el barrio, murió en el acto, mientras que el hijo falleció mientras era intervenido en el hospital.