El PNV anima al Gobierno a no asustarse por un PP «echado al monte»
El portavoz de la dirección del PNV, Iñigo Urkullu, salió ayer en apoyo de José Luis Rodríguez Zapatero ante la ofensiva del PP por el cambio de régimen penitenciario de Iñaki de Juana, e instó al presidente del Gobierno a que no se deje «amedrentar» por el partido opositor. El dirigente nacionalista emplazó asimismo a Batasuna a optar entre la defensa de la violencia o apostar por la defensa de sus ideas por cauces políticos y democráticos. En un acto pre electoral en Bilbao, Urkullu arropó al jefe del Ejecutivo ante las acusaciones del PP de haberse arrodillado ante ETA y de traicionar a las víctimas del terrorismo por conceder el segundo grado penitenciario a De Juana. En su opinión, esta decisión y «otras» que deberá adoptar en el futuro van en «la buena dirección» y podrían permitir avanzar hacia la consecución de la paz. En su análisis de la situación política actual y consciente de la importancia del apoyo del PNV para la estabilidad del Gobierno central, el portavoz nacionalista denunció que el PP «no sólo ha decidido echarse al monte sino que tiene claro que va a permanecer en él durante mucho tiempo». En este escenario, Urkullu instó a Rodríguez Zapatero a «actuar con la valentía necesaria para dar cauce de expresión y respeto a las aspiraciones políticas de esta sociedad (la vasca)». El único camino «No hay otro camino», zanjó el portavoz del PNV porque se ha abierto «un nuevo tiempo» en el que «no sirven herramientas del pasado», como la ley de partidos, que impide la presencia política e institucional de Batasuna, o la política penitenciaria que promueve la dispersión o el mantenimiento en prisión de reclusos con graves enfermedades o que han cumplido su pena. La exigencias del PNV alcanzaron también al partido ilegalizado. Desde la convicción de que el tiempo de la violencia se ha terminado y la estrategia terrorista «no da más de sí», Urkullu emplazó a la «izquierda radical» a que opte «por cual de las vías quiere optar» si por la actual que conduce a la marginación política o por desmarcarse de la violencia y desarrollar su actividad en las instituciones a través de la confrontación democrática.