Diario de León

«Es una satisfacción saber que ahora tiene una familia»

Patricia Lying es una niña de cuatro años de origen chino que fue adoptada por una familia leonesa con tan sólo un año. Llego a España con una fuerte infección de oídos y totalmente desnutrida

Patricia Lying ha recuperado la salud y la sonrisa con su familia leonesa

Patricia Lying ha recuperado la salud y la sonrisa con su familia leonesa

Publicado por
Andrea Cubillas - león
León

Creado:

Actualizado:

Begoña y su marido son un matrimonio leonés que junto a sus tres hijos conformaban una familia feliz. Sin embargo, siempre tenían una espinita clavada que hace cuatro años la consiguieron sacar cuando decidieron adoptar a Patricia, una niña de origen chino. Pero no siempre conseguir la felicidad va precedido por un camino de rosas. Hace cinco años Begoña y su familia tomaron la decisión de adoptar y, con ello, comenzaron todos los trámites: información, papeles, formación previa y test de valoración. «Toda mi familia tuvimos que pasar numerosas evaluaciones para ver si éramos aptos como padres. Me pareció excesivo cuando nosotros solamente queríamos darle un hogar a un niño que allí no tiene nada. Además, la Junta nos asignó un psicólogo de carácter social», explica Begoña. Tras un año preparando todos los documentos necesarios, se les asignó una niña con once meses, y Begoña viajó de inmediato al país de origen de su futura hija. «Tuvimos que estar 15 días en China, una semana en Pekin y otra en Nanchang, de donde era la pequeña, para realizar todos los trámites oportunos. Finalmente, y después de que los niños pasaran una semana en una casa de acogida, las 25 familias que estábamos allí pudimos tener entre nuestras manos a nuestros hijos», contaba emocionada Begoña. Llegada a España Tras un largo viaje Begoña por fin pudo presentar al resto de su familia al nuevo miembro. Una niña de un año que venía completamente desnutrida, al recibir tan sólo dos comidas al día, con una grave infección de oídos, aunque, por suerte, sin ninguna enfermedad. «La edad de nuestra hija es una estimación que nos dieron en el país, ya que la única historia que tiene es que fue abandonada en un orfanato y en China te dan a la niña y ya está», aclaraba su madre. La integración de Patricia Liying -ya que la dejaron su segundo nombre- fue desde el primer día estupenda, como explicaba Begoña. «No es una obra de caridad. Vas a traer un hijo que vas a cuidar como los tuyos, para mi no hay ninguna diferencia con los biológicos. Eso sí Patricia sabe toda su historia, nosotros se la contamos como si fuera un cuento. Ahora ella empieza a preguntar que no tiene fotos a los cero años. Pero nos dice: «Yo soy de China y de León y nací del corazón de mi padre y mi madre». La pequeña va al colegio desde los 16 meses y acude a clases de chino tres días a la semana. «Es cierto que la gente es muy reacia a que no sea hijo biológico, pero a Patricia la han recibido con los brazos abiertos», dice Begoña. Una larga espera Begoña tuvo que mover muchos hijos antes de cumplir su sueño. Gastó más de dos millones de pesetas y estuvo un año sin parar de hacer trámites. Pero se siente afortunada ya que los países cada vez ponen más dificultades para acceder a una adopción. «Me decanté por China porque la burocracia de Rusia era más seria y exigente y una niña porque adoptar un varón chino es complicado aunque sé que dos familias leonesas lo consiguieron. Pero ahora los trámites son muchos más que hace cuatro años», manifestó Begoña. Asimismo las listas de espera se han duplicado, mientras que antes con un año era suficiente ahora las familias tienen que esperar incluso más de dos años y desplazarse varias veces al país de origen de su hijo hasta conseguir que se lo asignen. «Lo volvería a hacer si no fuera por el tiempo que tienes que esperar. Si me dijeran que en cuatro meses la tengo en mis brazos y me la van a buscar no me lo pienso dos veces», aseguraba la madre de Patricia. Después de la experiencia y la felicidad que la pequeña Patricia ha llenado a su casa, su madre no duda en animar a todo el mundo que adopte a un niño «ya que es una satisfacción saber que tu pequeña no tenía nada y estaba sola y, ahora, gracias a vosotros puede estar disfrutando del cariño de una familia». Sin duda un verdadero cuento de hadas con final feliz.

tracking