Un camionero reconoce, por la alianza, el cuerpo quemado y mutilado de su esposa

La Guardia Civil ya ha desvelado el primero de los misterios. Un camionero de la localidad murciana de Torre Pacheco identificó ayer el cadáver calcinado, desfigurado y mutilado que el sábado fue localizado en un huerto del campo de Cartagena como el de su esposa de 29 años, de la que la familia no tenía noticia desde el viernes pasado. El paso siguiente de los agentes debe ser la identificación y detención de los culpables de lo que parece sin duda una agresión sexual seguida de asesinato. Los investigadores de la Policía Judicial, que en pocos días podrían obtener resultados, creen saber ya qué es lo que ocurrió: la mujer fue asaltada entre el viernes y el sábado por un grupo de hombres que, con un móvil posiblemente sexual, la violaron y vejaron con brutalidad para después degollarla con un arma blanca. Las pruebas forenses realizadas al cadáver apuntan a que murió desangrada por un profundo corte en el cuello y asfixiada con su propia sangre. Los criminales, con el objetivo de destruir pistas biológicas incriminatorias y, sobre todo, de intentar dilatar al máximo la identificación de la víctima, le desfiguraron la cara a golpes, le amputaron los cinco dedos de la mano derecha para eliminar las huellas dactilares y quemaron el cuerpo tras rociarlo con carburante. Así, calcinado, mutilado, desfigurado e irreconocible es como encontró el cadáver el sábado, sobre las 7:30 horas de la mañana, el capataz de un explotación agrícola cuando llegó al trabajo junto a su cuadrilla. Estaba tirado en un bancal de la pedanía cartagenera de La Palma, una población cercana al lugar de residencia de la víctima. Los investigadores consideran que los autores del crimen han podido cometer otros delitos dado el conocimiento que demuestran de los técnicas de trabajo de la policía científica.