Diario de León

Bono bien vale un puesto

Los partidos nacionalistas aumentarán sus retribuciones económicas y su influencia en la Mesa del Congreso por permitir que el dirigente socialista sea el presidente de la cámara Baja Pons,

José Bono, con Rodríguez Zapatero, al tramitar las actas parlamentarias

José Bono, con Rodríguez Zapatero, al tramitar las actas parlamentarias

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P. de Las Heras - madrid
León

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Le llaman «la cara más negra del PSOE», un animal al que conviene tener «bien acotado», político «sibilino» e, incluso, infiltrado del PP en las filas socialistas. Es difícil encontrar en el Congreso un personaje que genere más polémica que José Bono. Y, sin embargo, el partido gubernamental nunca ha dudado de que lograría auparlo a la presidencia de la cámara sin demasiado esfuerzo. Confía en el pragmatismo de los nacionalistas y en que la posibilidad de participar en los órganos de gobierno de la cámara a cambio de un sí a quien consideran su martillo les suponga estímulo suficiente. Es una cuestión de poder y de dinero. La presencia en la Mesa, y también en las de las comisiones, lleva aparejadas una serie de prebendas a las que, a la hora de la verdad, nadie hace ascos. El presidente es, de lejos, el diputado con mejor sueldo y mejores condiciones del Parlamento. En realidad su salario base es el mismo que el del resto de los parlamentarios electos -3.020,79 euros brutos al mes-, pero a esa cifra hay que sumar un complemento de 3.483,46 euros por ser miembro del órgano de gobierno de la cámara, 3.782,76 más por gastos de representación, y 3.101,53 por libre disposición. En total: 13.388,54 euros mensuales. Esa es la cantidad -probablemente, algo más, porque a estos datos no se les ha aplicado el IPC- que percibirá el polémico Bono. Los socialistas, que por número de diputados podrían hacerse con cinco puestos en la Mesa están dispuestos a ceder a CiU una vicepresidencia y al PNV una secretaría, pero con la garantía de que no habrá desmarques a lo largo de la legislatura. El secretario de Organización del partido, José Blanco, remarca que hará esta concesión para garantizar que la pluralidad de la cámara tenga también un reflejo en los órganos de dirección. Pero también ha dejado claro que este alarde de talante no puede ser gratis y que, a cambio -y esto se lo dice especialmente a los catalanes, más reticentes- quiere un sí a su candidato. La dirección de CiU decide este lunes su postura. Entre sus miembros ha calado la sensación de que podrán salirse con la suya a cambio de un mero voto en blanco. Sólo el portavoz en el Congreso y líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, sabe hasta qué punto la «reciprocidad» exigida por Blanco es inexcusable y en qué medida peligra su aspiración de mantener una de las cuatro vicepresidencias del Congreso, dos presidencias de comisión, más una secretaría segunda en el Senado y una presidencia de comisión. La vicepresidencia aporta 3.214,25 euros extras al mes al grupo -1.328,06 como miembro de la mesa; 1.109,84 por representación y 776,35 por libre disposición- y cada presidencia de comisión 1.536,56 euros mensuales. La secretaría que persiguen los nacionalistas vascos -que ya han adelantado que no tendrán problema en votar a Bono si salen «satisfactoriamente retratados» en el reparto de cargos- suponen 1.779,3 euros de más al mes. Todos los miembros de la Mesa, así como los portavoces de grupo, tienen derecho además a un coche oficial. Y, disponen también de dos asistentes personales cada uno.

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