Los contratos para extranjeros tienen un plus adicional de garantías

Los alquileres de locales por inmigrantes que prefieren instalarse como autónomos en vez de trabajar por cuenta ajena empiezan a proliferar en la capital de la provincia y en las principales cabeceras de comarca. Al margen del clásico negocio chino del restaurante, el «todo a cien» o, más recientemente, la tienda de ropa barata, cada vez es más frecuente encontrarse con los negocios más variopintos en función de la nacionalidad de origen del emprendedor. Cualquiera que se dé un paseo por zonas como El Crucero o los aledaños de Eras de Renueva topará con una carnicería para musulmanes, un bar de colombianos con mucha marcha y, en la primera esquina, un locutorio de telefono para llamar de vuelta a casa. Las garantías de los arrendadores para estos nuevos inquilinos teóricamente son las mismas que para los nacionales -dos meses de adelanto- aunque en ocasiones se les exige cantidades añadidas. En realidad no hay motivo, porque pagan, incluso, mejor que los españoles.