«Es un lugar de visita y reflexión»

«Es un homenaje a los represaliados y al tesón de las familias que han conseguido, después de mucho esfuerzo, que este monumento se pueda hacer», explica el arquitecto Óscar García Luna. «Es un memorial que mira al pasado -”añade-”, pero que nos lleva al futuro para que cosas tan luctuosas como ésta no vuelvan a ocurrir».

García Luna ha cargado de simbolismos el monumento. Uno de ellos son los bancos que se encuentran dentro del conjunto, un lugar que ha ideado para «la reflexión». «Es un lugar de recogimiento en un buen entorno», puesto que se encuentra en un punto central y, a la vez, separado del grueso de tumbas que integran el camposanto de la capital leonesa.

«Puede ser un lugar de visita y un lugar para reflexionar sobre estos asuntos, para eso se han colocado los bancos centrales» que orientan la mirada hacia los cientos y cientos de placas que se colocarán estratégicamente en los muros. Cómo vamos a olvidar , leyenda elegida para el monolito, también tiene una fuerte carga simbólica.