Diario de León

El tribunal del Yak-42 rechaza por irrelevante la comparecencia del «número tres» de Trillo

El ex jefe del Ejército sugiere que Aznar y la Casa Real aceleraron el funeral

La vista se aplaza hasta el 15 de abril a la espera de la declaración de los forenses turcos

El ex jefe del Ejército, Luis Alejandre, en el momento de abandonar las dependencias de la Audiencia

El ex jefe del Ejército, Luis Alejandre, en el momento de abandonar las dependencias de la Audiencia

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Mateo Balín
León

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madrid

El jefe del Ejército (Jeme) cuando se estrelló el Yak-42, el general Luis Alejandre, declaró ayer en el juicio por los errores en las identificaciones de 30 militares que la decisión de acelerar la celebración del funeral de Estado fue del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, y de la Casa Real. El oficial retirado matizó que quien aprobó la fecha del sepelio «dio por supuesto» que todos los cadáveres habían sido recocidos, pese a que sólo había transcurrido un día desde el siniestro, y negó haber sabido en ese momento que decenas de cadáveres estaban mal filiados.

La de Alejandre fue una declaración complicada, máxime después de que el ex jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) Félix Sanz Roldán le señaló como testigo del hecho que todos los familiares de las víctimas tratan de demostrar desde hace años, que el entonces ministro Federico Trillo forzó el funeral de Estado y posterior sepelio pese a saber que los cuerpos estaban mal identificados.

Cuando el testigo entró ayer en la sala de vistas, un irónico «¡62 en formación, entra el general!» a cargo de una persona del público fue su salutación.

Durante toda su declaración, negó haber sabido con antelación el error en las filiaciones ni de quien partió la orden de acelerar las exequias fúnebres. Ya al final, y a requerimiento del tribunal, reveló que una decisión como la de celebrar un funeral de Estado «tiene otra fuerza». El general Alejandre dejó entrever que cuando se reunió el Consejo de Dirección del Ministerio de Defensa un día después del siniestro, presidido por Trillo, ya se había llegado a un acuerdo con respecto al sepelio que no contó con los jefes militares presentes en aquella cita, en la que Alejandre dijo que opinó «sólo como peón».

- «Usted respóndame: ¿se adoptó esa decisión pese a que no estuvieran todos los cadáveres identificados?», le conminó el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez.

-«Yo no sabía nada», respondió el general.

-«Céntrese, no digo que usted, sino el que tomó la decisión», le contestó el magistrado.

-«Yo entiendo que el equipo que viene de Turquía conoce el proceso de identificación y con los contactos telefónicos pueden asegurar que a esa hora estará el funeral», argumentó Alejandre.

El equipo al que se refirió el general era el del gabinete de Federico Trillo, que acababa de aterrizar en España procedente de Turquía, donde horas antes había supervisado la zona del siniestro y visitado a los militares, entre ellos el principal acusado, el general médico Vicente Navarro.

Negación

Hasta en tres ocasiones negó Alejandre lo declarado el pasado jueves por el ex Jemad Sanz Roldán y aseguró que en la reunión de la cúpula ministerial «nunca» propuso a Trillo demorar la entrega de los cuerpos mal identificados y que sólo se enteró de los errores «un año después». La respuesta que provocó la reacción del público: «Mentiroso», le espetaron, y el presidente del tribunal les reconvino con severidad.

Tras Alejandre comparecieron los cuatro trabajadores de la funeraria que viajaron a Turquía para preparar los cuerpos. Explicaron que identificaron los ataúdes gracias a unos folios con los datos en español de cada soldado que estaban en cada caja. «¿Y quién se lo dio?», les preguntó el fiscal. «No lo recuerdo», repitieron los cuatro por separado.

Una vez concluida la sesión de ayer, el tribunal comunicó a las partes su decisión de rechazar por irrelevante la solicitud de la fiscalía para que llamase a declarar al que fue secretario general de Política de Defensa, el diplomático Javier Jiménez-Ugarte, encargado de atender a las familias.

Por último, el tribunal acordó aplazar hasta el 15 de abril el juicio a la espera de que los tres médicos turcos que estaban citados como testigos comparezcan por videoconferencia o, en su defecto, se desplacen hasta España.

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