Tras la torre de marfil

El clima bélico y violento que vivía el mundo en 2003 sirvió a la escritora madrileña Lourdes Ortiz para configurar su último texto teatral, La Guarida , que ha sido publicado recientemente, gracias al premio conseguido en el concurso El Espectáculo Teatral el pasado mes de diciembre. «Los horrores que estábamos presenciando» fueron, según comentó Lourdes Ortiz a Efe, los que le inspiraron el personaje principal de La Guarida , Nemo, un hombre solitario y desengañado del mundo, que vive aislado y rodeado de imágenes de guerra y masacres. Pero la tranquilidad construida por Nemo y su amigo Edgar en esa guarida de ermitaños se verá rota por los supervivientes de un accidente de avioneta a los que tendrán que dar cobijo hasta que la nieve se derrita. Será el gran contraste del carácter de los recién llegados los que perturben, la que Ortiz llama «torre de marfil» de Nemo, que se mantiene callado y observador durante buena parte de la obra. Una ficción que, según comenta la autora, no está tan alejada de la realidad social: «Son las pequeñas cosas de cada día las que crean conflictos y tensión», señala, para luego lamentar que «apenas haya Nemos que se mantengan como observadores y al margen de conflictos en nuestra sociedad». Ortiz asegura que ha querido recrear «una situación extrema, como suele pasar en las catástrofes o en los desastres, porque -dice- son desgraciadamente, grandes momentos de aprendizaje, donde gente muy diferente está obligada a vivir junta». La escritora, catedrática de Teoría e Historia del Arte en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y colaboradora habitual de los medios de comunicación, tiene en su haber grandes títulos como novelista, tales como «Las manos de Velázquez», publicado en octubre del año pasado; o «La Fuente de la vida», que le valió ser finalista del Premio Planeta, en 1995.