PRADA A TOPE
La cosmética del vino
Canedo.Sacar partido a todas las propiedades curativas de sus vinos. Esa es la razón por la que en el 2003 surgió la idea de elaborar la línea de cosméticos Prada A Tope. Productos naturales que deleitan al cuerpo. º¸ por nuria gon
A provechar las inmensas propiedades y bondades del vino y, en especial, de Mencía y Godello. Así surgió la idea de elaborar cosméticos con la marca Prada A Tope.
La andadura en el mundo de la cosmética se remonta al año 2003. Fue entonces cuando comenzó el desarrollo de un laboratorio para una línea cosmética realizada con sus vinos de Mencía y Godello. Así lo recuerda la encargada del área Flor Bonet, que resalta que, al mismo tiempo, Prada A Tope puso en marcha la elaboración y comercialización de un champú-gel con un contenido del 40% de miel también elaborada por ellos.
«Simplemente quisimos mantener nuestra filosofía de siempre. Nos preguntamos porqué no aprovechar las bondades de lo que tenemos, de lo que se conoce y se utiliza desde antaño. No cabe duda de que el vino y sus propiedades nos han acompañado a lo largo de la historia», explica Flor Bonet. En base a las muchas propiedades benéficas del vino, Prada A Tope desarrolló esta línea de cosméticos que comenzó a comercializarse en el año 2005. Cinco años después nació la línea Mencía , con formulación mejorada, envases y diseños nuevos. Así, algunos de sus productos de contrastado éxito son la crema hidratante de mencía, gel de godello, champú y leche corporal de mencía, crema hidratante de manos, stick labial o jabón de vino. Bonet destaca sus propiedades: «Estos productos se caracterizan porque hidratan, nutren y protegen la piel, además de conservar los aromas a frutos rojos característicos de la mencía».
En Prada A Tope han cuidado al máximo su presentación y su relación íntima con el vino. Así, explica Flor Bonet, en el diseño de la línea se buscaron envases que recordasen, por sus formas, a las barricas, destacando la crema hidratante cuyo frasco recuerda a una uva, mientras que la caja que lo contiene fue diseñado por el pintor leonés Severino Trapiello y recuerda los colores del vino y del otoño en el Bierzo.
La razón de esta línea está en las propiedades terapeúticas del vino. La mención más antigua aparece en una inscripción de la tumba Plah-Hotep, en Egipto y data del año 4000 antes de Cristo. Asimismo, un texto similar ha sido descubierto en una tablilla Sumeria de la ciudad de Nippur que data del año 3000 antes de Cristo.
El vino contiene unas ochocientas sustancias distintas, de las que sólo una minoría ha sido objeto de estudios precisos. Entre sus activos más importantes destacan la vitamina B, los azúcares, los minerales y oligoelementos, el ácido málico de acción exfoliante y los polifenoles que son sustancias antioxidantes que combaten los radicales libres evitando la oxidación de las paredes celulares.