Diario de León

Justas medievales

El medievo embruja Hospital de Órbigo.Damas ataviadas con largos vestidos de terciopelo, caballeros con túnicas, espadas y escudos, arqueros, monjes, mesoneras y campesinos tomarán la villa de Hospital de Órbigo para congelar el tiempo en el s

Caballeros y caballos volverán a trotar por Hospital de Órbigo para revivir la historia de la Edad M

Caballeros y caballos volverán a trotar por Hospital de Órbigo para revivir la historia de la Edad M

Publicado por
Nuria González
León

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Hospital de Órbigo cuenta los días que restan para celebran uno de sus acontecimientos más turísticos del año y por el que es conocido dentro y fuera de nuestras fronteras. Curiosos, amantes de la historia, incondicionales y turistas se darán cita en las Justas Medievales que se celebrarán el próximo fin de semana, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional (www.hospitaldeorbigo.com/justas). Desde este año pasarán a denominarse sólo «Medievales» al tener registrado el nombre el anterior organizador.

Durante dos días, vecinos y visitantes cambiarán de indumentaria y de costumbres de modo que todo recordará la forma de vida de la Edad Media que marcó la historia de Hospital de Órbigo.

Sin duda alguna, el momento cumbre de las Justas es el torneo que se celebra en la tarde del domingo, a la vera del puente que ya es un emblema para la villa y que este año lucirá sus mejores galas.

Entre sones de gaitas que guían la llegada de las damas del Passo, luciendo sus vistosos trajes, aparecen los pendones mientras retumban los tambores que son los encargados de anunciar a los caballeros que aparecen de entre la multitud.

Actores y público se meten en el papel y comienza la función. El grito de su Majestad Don Juan II Rey de León y de Castilla «Den comienzo las Justas» rasga el aire, y en frenética arrancada se lanzan los caballeros contra los caballeros en pesarosa carrera. Ruidos de lanzas rotas, palafreneros al toque, redoble de tambores, los graderíos enardecidos, todo es color y vistosidad. Al fin don Suero logra deshacerse de su argolla de amor y conquistar el de su amada doña Leonor de Tovar.

Cuenta la tradición que sobre el magnífico puente de Hospital de Órbigo, un caballero leonés, llamado don Suero de Quiñones, protagonizó, en el año de 1434, uno de los últimos Pasos de Armas, estableciendo, el denominado Passo Honroso que reza el Quijote: «Digan que fueron burlas las justas de Suero de Quiñones del Paso...»

Desde hace más de una década los vecinos de Hospital de Órbigo recuerdan este gesta y, para ello, ponen en liza el primer fin de semana de cada mes de junio las Justas Medievales del Passo Honroso desafiando a la crisis económica y demás problemas del presente. Una celebración que es posible gracias al trabajo de más de un millar de personas que año tras año se esfuerzan por ofrecer este espectáculo medieval al mundo puesto que son muchos los extranjeros que acuden a esta cita.

Durante esos días es fácil ver como damas ataviadas con largos vestidos de terciopelo, caballeros con túnicas, espadas y escudos, arqueros, monjes, mesoneras y campesinos toman las calles de esta villa, suntuosamente engalanadas para la ocasión, en la que el tiempo se congelará en pleno siglo XV, por espacio de 48 horas, especialmente en el mercado medieval que se asienta en la plaza Mayor de Hospital de Órbigo que espera superar las 30.000 personas que acudieron el año pasado a este evento.

El programa comenzará el sábado con actividades como exposiciones, conciertos, representaciones, juegos, tiro con arco, exhibición de cetrería y bailes medievales. Por la mañana abrirá el mercado medieval, uno de los escenarios más visitados. En él se pueden encontrar los más insólitos productos artesanales, así como una multitudinaria y polícroma amalgama de olores y sabores: jabones, hierbas aromáticas, aceites, dulces, pasas, licores... Los hay que leen las manos, otros confeccionan marionetas y, para los más pequeños, infinidad de juguetes en madera que desafían constantemente las leyes de la gravedad.

Por la tarde surcarán el cielo águilas, azores y halcones en una vistosa exhibición de cetrería. Otro de los momentos más esperados es la cena medieval ofrecida por la organización así como las que se pueden disfrutan en distintos restaurantes de la localidad, que logran reunir, entre ambos, numerosos comensales vestidos de la época, de las que se parte, en una impresionante procesión de antorchas, única conocida con tantos participantes ataviados al estilo medieval, hacia los actos en torno a una hoguera ritual. Para pasar una velada a la antigua usanza comiendo con las manos y limpiándose en las mangas hay que reservar previamente.

En la hoguera se consumen las antorchas y es cuando toman el relevo las damas del Passo, que con sus danzas al más puro estilo medieval, envuelven en el embrujo de la noche y preparan para admirar un nuevo espectáculo de fuego, música y ruido. Después, la fiesta continuará en plaza del pueblo para disfrutar de un concierto de música celta hasta la llegada de la madrugada.

El mantenedor de este año será José Pedro Luengo Manjón, un empresario de prestigio en la zona a la que la organización del evento quiere agradecer su apoyo constante a esta fiesta que ha puesto en el mapa del mundo a Hospital de Órbigo. José Pedro Luengo es el gerente de la sociedad Paso Honroso que incluye Gasóleos Paso Honroso, el restaurante y el hotel del mismo nombre. Su dedicación al progreso de este municipio le ha valido el respeto de don Suero y este año ejercerá de mantenedor de Medievales 2011.

Para que la fiesta transcurra con normalidad son muchos los esfuerzos del Ayuntamiento y también de entidades como Cruz Roja y Protección Civil así como de los voluntarios que participan en estas tareas de forma altruista. Además, el consistorio dispone de una zona de aparcamiento a la sombra del río, con más de 10.000 de plazas, para todos los que se acerquen a la villa el próximo fin de semana.

Don Suero de Quiñones quiso deshacer una promesa que había realizado hacia su amada Leonor y que consistía en ayunar los jueves y llevar una argolla de hierro en el cuello. Así, para acabar con su compromiso, se propuso romper 300 lanzas de los caballeros extranjeros que pasaran por este puente. Su meta no se cumplió, aunque habiendo roto sólo 166 lanzas, los jueces encargados de levantar su pena accedieron a ello. La historia se volverá a reeditar el próximo fin de semana.

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