Del carbón a la cocina

Sabero fue un pueblo próspero e industrial mientras duró el carbón. Ahora ha tenido que cambiar sus parámetros y enfocar de otro modo su modo de vida. Una de sus opciones es el turismo y por eso no es de extrañar que en Sabero, por ejemplo, funcionen estupendamente algunos restaurantes y otros establecimientos de hostelería. Uno de estos restaurantes, con solera y muchas ganas de hacer las cosas bien, es Las Ruedonas, cuyo nombre estás tomado de unas impresionantes ruedas que se conservan en una de las laderas de los montes que rodean el pueblo y que son una de sus señas de identidad.

Javier en la cocina y Nuria en el comedor son el alma de este establecimiento, que ofrece una interesante cocina, sin grandes lujos, pero muy bien elaborada y siempre teniendo en cuenta las características y raíces de la gastronomía de estos lugares.

Javier es un gran profesional que ha sabido captar las nuevas tendencias de la cocina, incorporando con sabiduría guisos que se adaptan perfectamente a los nuevos tiempos aunque sin abandonar totalmente, como decíamos, sus raíces. En los entrantes podemos destacar su original piña con cecina y jamón, la ensalada de gulas, gambas y piña con vinagreta de vodka, o los crepes a la florentina, con espinacas y piñones. Pero como contrapunto también ofrece pulpo a la gallega, mollejas guisadas, callos de León, pimientos rellenos… o una estupenda selección de embutidos. Como ven, la modernidad y la tradición conviven perfectamente en Las Ruedonas.

Pasemos a los segundos platos. En Las Ruedonas tienen una interesante oferta de frutos del mar: rodaballo a la plancha, besugo al horno, rapitos asados con sofrito de ajos, una auténtica delicia, sepia a la plancha con ajo y perejil, tacos de bacalao al roquefort… y también chicharro al horno, trucha escabechada y magníficos lomos de bacalao al ajo arriero.

Y llegamos a las carnes, que en esta comarca de León son siempre plato importante. Aquí nos encontramos con jarrete de cordero asado con salsa española, del que les ofrecemos su receta, pies de cerdo guisados con langostinos, estofado de liebre y carrilleras al vino tinto, churrasco de ternera con ajo y perejil y codillos asados. Además, claro está, de los inevitables solomillos y el entrecot de rigor.

Sus postres también están elaborados en la cocina de la casa. Y podemos disfrutar de un incombustible flan casero, una exquisita tarta de queso, una delicada mousse de limón, la crema de Las Ruedonas, brazo gitano… o uno más moderno profiteroles al chocolate caliente.

Su menú del día cuesta once euros y con él se puede elegir entre ocho primeros y ocho segundos platos.

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Cocina Notable

Servicio Bien

Decoración Bien

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 7