El cóctel de la distinción

Pharmadus está ahora, —ante los buenos resultados y respuesta de público obtenida— en el proceso de ampliar los contactos con varios distribuidores de diferentes zonas. Les han presentado el proyecto y han quedado fascinados por el sabor peculiar, diferente y único que aporta a estas bebidas mundialmente conocidas. Ahora mismo están avanzados los contactos para llevar a cabo una comercialización a nivel nacional, buscando el canal de los bares de copas, de coctelerías. Con los que ahora tienen relación en esta línea de trabajo son distribuidores de destilados. Madrid y Castilla y León son los primeros en incorporarse al proyecto y en breve también seguirán fuera de la comunidad las presentaciones de sus nuevos productos para captar la atención y que el público y los distribuidores conozcan esta novedosa bebida. En Nueva York existen ya varios locales que ofrecen este tipo de cóctel a sus clientes y la respuesta está siendo muy buena.

Dos son los cócteles que ahora mismo tienen marca y sello propio, tras los consejos y el trabajo elaborado por el citado Rubén Hermoso. El Oolong-Lagoon-Tea se prepara echando en la coctelera una bolsita de Te Cautiva, vodka Absolut Citron y Blue Tropic. Luego se macera durante un minuto, se llena de hielo y se agita durante unos diez segundos. Se sirve finalmente en una copa fría a través de un colador y se le aporta un toque de nuez moscada y un pétalo de rosa en el borde. Del otro cóctel, el Comopoli-Tea, la mezcla está en utilizar el Te Sorprende de Lateterazul, con el Absolut y el Cointreau, más el azúcar, el hielo, con el adorno de limón o arándanos.

«La dificultad de todo el proceso era ver de qué manera conseguíamos que realmente la infusión aportara a la bebida, pero que no la modificara; no pretendíamos que pareciera otra cosa», resalta Escudero. Es decir, un experto y un apasionado de los cócteles sabrá saborear lo clásico, pero con el gran añadido que le aporta la maceración de estos tes.