Diario de León

nieto blanco | Villaverde de la Abadía

Vino vivido con pasión y libertad

Viticultor y bodeguero ocasional, Dionisio Nieto Blanco vive con verdadera pasión la actividad a la que le dedica el tiempo que le roba al ocio, porque su ocupación profesional es otra bien distinta. Inquieto y de convicciones firmes, elabora dentro y fuera de la denominación Bierzo.

Una casona de piedra rehabilitada y convertida en bodega es la base de operaciones de Dionisio Nieto Blanco en Villaverde de la Abadía.

Una casona de piedra rehabilitada y convertida en bodega es la base de operaciones de Dionisio Nieto Blanco en Villaverde de la Abadía.

Publicado por
Rafael Blanco
León

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Yo no vivo de esto y, por tanto, hago lo que me apetece en la viña y en la bodega». La vitivinicultura no es la primera ocupación de Dionisio Nieto Blanco. Ni siquiera es una ocupación como tal, sino un entretenimiento de ratos robados al ocio con el que busca respuestas precisas a sus inquietudes y argumentos hilados para una siempre jugosa conversación sobre la uva y el vino.

De vocación lejana e iniciación tardía, elabora vino desde 1994 y desde el 2001 lo hace bajo los criterios de la denominación de origen. No le viene el gusto por la actividad de tradición familiar. Sencillamente hace unos años empezó a comprar —a rescatar del abandono— viñedo viejo en Campo, donde ya tiene más de seis hectáreas en una pieza, y rehabilitó como bodega, con gusto y criterio, una casona familiar de piedra en Villaverde de la Abadía.

Limpió, ordenó y reinterpretó la viña, en algún caso mediante injerto. Tiene allí una hectárea de merlot, una y media de godello, de la que una tercera parte era antes palomino, tres y media de mencía y otra media en la que hay cabernet sauvignon, unos pies de garnacha y quinientas cepas de gewürztraminer. Le fascina este varietal blanco, lo mismo que el merlot, que es la base de un buen tinto que elabora fuera de los criterios de la denominación de origen.

Es justamente la limitación normativa —más allá de la impuesta por el consejo regulador, la que no nos iguala con Europa— lo que desquicia a Nieto Blanco, que muy gustosamente pondría en la etiqueta de sus vinos la procedencia y la variedad. Bierzo y merlot son, a su juicio, una combinación sumamente atractivo. «No vamos a arrancar la mencía para plantar merlot, pero podía ser complementaria», defiende.

Lo hace con la misma pasión con la que avala las excelencias de una gewürztraminer perfectamente adaptada también al entorno geográfico y las condiciones climatológicas. No entiende tampoco que el celo restrictivo regulador y la obsesión por el monocultivo y por la mencía, cuya excelencia defiende, no permita realizar un aporte de ese varietal que pudiera enriquecer y diferenciar el producto final.

No así, entiende, la cabernet sauvignon y la tempranillo. Con esa base y en unas instalaciones justas y bien equipadas elabora un godello y un mencía crianza que identifica con la etiqueta Azatos y que certifica la Denominación de Origen Bierzo. Y, al margen, con la referencia Gabuzo , un rosado de merlot (1.000 botellas; 4,00 euros en bodega) y un tinto que mezcla esa misma variedad con tempranillo (5.000 botellas) y de cuya evolución dependerá la tipicidad. Tiene metido entre ceja y ceja un godello sobre lías al que viene dándole vueltas en la cabeza, y quizá también en la bodega, desde hace ya un par de años.

En cualquier caso, lo cierto es que sus otros vinos, los Azatos godello (4.000 botellas; 4,00 euros) y mencía —el de este año 2007 con doce meses de permanencia en barrica y al menos otros doce en botella— ganan calidad de año en año, incrementan paulatinamente las cifras de producción de la bodega, bien dispuesta de medios técnicos, y tienen una notable presencia comercial en el entorno geográfico, pero también puntualmente en Levante, Cataluña, Cantabria, Asturias y Galicia. Explorador de cualquier posibilidad, ensaya ahora ese godello con crianza en barrica. Tiene ese capricho. Y es una buena idea.

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