Diario de León

Vinos de su puño y letra

«El Bierzo necesita identidad»

Miguel Ángel Amigo Amigo
Bodega Luzdivina Amigo

Sólo diez años de actividad como bodega dentro de la Denominación de Origen Bierzo bastaron para situar a Luzdivina Amigo en el nivel más alto de calidad elaboradora. Pero la evolución y el tiempo no hicieron más que acentuar el carácter familiar de lo que se hace en la viña y la bodega.

Miguel Ángel Amigo, en lazona en la quela bodega iniciósu actividad que pronto extenderáa una nueva construcción.

Miguel Ángel Amigo, en lazona en la quela bodega iniciósu actividad que pronto extenderáa una nueva construcción.

Publicado por
Rafael Blanco
León

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Estamos en la fase de pulir el vino, de unificar el patrón. Cada bierzo no puede ser radicalmente distinto, pero la estandarización tampoco es el objetivo. La idea es que los bierzo, todos los vinos del Bierzo, sean reconocibles como tales». Miguel Ángel Amigo Amigo, el menor de los dos hermanos de la familia de Parandones que toma de la madre el nombre de la bodega y que cierra el círculo con una división de tareas que, por supuesto, implica al padre, defiende la idea de que ha llegado el momento de que la vitivinicultura berciana, o más directamente la enología pero también la labor en la viña, necesita «identidad, definir una guía que ahora mismo no tiene, a diferencia de otras denominaciones más avanzadas. Si nos organizamos un poco y definimos el camino a seguir, podemos posicionarnos muy alto. Si no lo hacemos nos van a comer el mercado. Galicia tiene Mencía, lo está haciendo muy bien y es una amenaza».

«Lo primero que tendría que hacer el consejo regulador es decir por dónde deberíamos ir todos, pero todos juntos, y extender su actividad a la promoción, la creación de imagen y la apertura de nuevos mercados. En el Bierzo hay un enorme potencial. La gente, el consumidor, se queda con lo bueno, pero tienes que darle la oportunidad de que lo conozca», se explica.

Y añade: «Estamos haciendo buenos vinos y esa es una sensación que se extiende. Tenemos que aprovecharlo. Hay una competencia sana entre bodegas por hacer el mejor vino, y eso es muy bueno. Pero tenemos que evitar caer en competir por quién lo haga más barato. Hoy la batalla en el mercado está en el vino barato, pero eso no nos lleva a ningún sitio. No debe ser nuestra guerra....».

Defiende el menor de los Amigo Amigo la necesidad de afrontar dos retos: «El primero, que la gente sepa algo más del Bierzo que está en el kilómetro 400 de la carretera Madrid-La Coruña. Y el segundo, que somos capaces de producir vinos sin madera de la mejor calidad. Vinos con cierta acidez —no ácidos, cuidado—, mucha frescura y extraordinaria elegancia. Nos lo da la naturaleza. Tenemos unas condiciones naturales —composición y diversidad del suelo, clima...— que nos lo ponen muy fácil. Sólo tenemos que respetarlas. Cocinar el vino, poco. Cuanto menos, mejor».

En esa línea es en la que va el nuevo joven Viñademoya —nuevo por imagen—, que abre la carta de tintos de la bodega y es objeto de atención... y de satisfacción, una vez exploradas con éxito las sendas de los blancos. Dos: un monovarietal Baloiro de Godello y un polivarietal del mismo sello que incrementa esta aportación en perjuicio de Doña Blanca y, sobre todo, de Palomino.

Los dos tintos de guarda aumentan sus tiempos de crianza mientras la bodega se prepara para celebrar su décimo aniversario por todo lo alto: con nuevas instalaciones, muy altas, que elevarán por encima de una gran cava un mirador extraordinario sobre el viñedo propio... Que también es su orgullo.

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