Resquicios de vida en el corazón de la Cepeda

A muy pocos kilómetros de Astorga está el municipio de Villamejil, que engloba siete pueblos. Un recorrido sosegado permitirá al visitante contemplar resquicios de su historia, de lo que fue su brillante agricultura y de la tranquila a la par que solitaria vida actual. El primer pueblo es Fontoria de Cepeda. Su nombre es alusivo a las fuentes que un día existieron y que aún hoy dan agua a esta pequeña localidad que cuenta con piscina fluvial para el verano y en cuya iglesia merece la pena contemplar su artesonado. Siguiendo la carretera LE-451 y de forma paralela al río Tuerto, está Quintana de Fon, con apenas una treintena de habitantes, dónde el viajero podrá detenerse ante su iglesia y los restos de su castro. Desde aquí se accede a Revilla, donde es interesante el Castro de la Magdalena, dónde existieron asentamientos romanos, así como su iglesia. Los más antiguos del lugar dicen que la campana de la torre, donada por Antonio Alvarez Escarpizo, tiene la magia de ahuyentar las tormentas si está boca arriba. Volviendo a la carretera principal el viajero llegará a Cogorderos, vinculado a la Guerra de la Independencia. La misma carretera da acceso a Villamejil, un pueblo donde se puede ver la construcción tapial que aún queda en la zona. La orilla del río Tuerto está acondicionada para disfrutar en verano. Desde aquí se pueden realizar algunas rutas en bicicleta que recorren parte de la comarca. Además, los aficionados a caminar tienen a su disposición un ruta que une el robledal de Valdicadierno hasta Cogorderos. Castrillos de Cepeda es la siguiente parada para el visitante que se sentirá arropado en su templo. Finalmente, Sueros de Cepeda con una interesante historia, cuenta con una iglesia que desde la Edad Media estuvo consagrada a Santa María Magdalena.