De viaje a Laguna de Negrillos

Un castillo medieval, varias iglesias, restos de muralla casi escondidos, un auto sacramental, danzas centenarias, fiestas populares... todo esto y mucho más es Laguna de Negrillos. Cultura y tradición; pasado, presente y futuro. Vitalidad y hospitalidad. Visita obligada

En el sur de la provincia, en pleno Páramo Leonés, se asienta la villa de Laguna de Negrillos. Se llegue por donde se llegue se alza majestuosa la torre del homenaje de un castillo que ha visto pasar centurias y culturas, punta de lanza en el avance de el reino de León en su reconquista de la península ante los musulmanes, casa de la familia Quiñones, la de Don Suero, el del Paso Honrosso, palacio... Un edificio que hace bien poco tiempo amenazaba ruina pero que hoy, tras varias intervenciones, luce en el corazón del pueblo. Sin ir más lejos, el Ayuntamiento, con la financiación de la Diputación, rehabilitará la torre del homenaje con la intención de convertirla en un centro de interpretación del propio castillo y de la villa.

A tiro de piedra de la fortaleza está la plaza Mayor con su iglesia dedicada a San Juan Bautista en la que destacan su pórtico de entrada y su torre-campanario y la casa consistorial, un edificio nuevo que alberga las oficinas municipales.

No muy lejos está la iglesia de Nuestra Señora del Arrabal. Se asienta sobre lo que un día fue una sinagoga judía. Y es que Laguna de Negrillos tuvo en la Edad Media una de las más importantes juderías de la provincia de León, como demuestran numerosos documentos y la disposición urbanística de alguno de sus barrios con estrechas calles.

Y es que el urbanismo es, quizá, uno de los mejores testigos del pasado histórico de la villa. Alzando la mira a vista de pájaro se aprecia aún hoy lo que un día fue. Partiendo del castillo, existe una primera línea de casas que rodeaban la fortaleza. Más al exterior se ve claramente el lugar por donde, casi con total certeza, transcurría la muralla o cerca medieval, de la que hoy aún puede verse algún vestigio que sirve de cimiento y muro de una vivienda. Encontrarlo es uno de los retos divertidos para el visitante. Fuera de la muralla estarían los arrabales donde, con toda probabilidad se asentaría la judería. De hecho, al iglesia de Nuestra Señora del Arrabal que, como se ha señalado, fue sinagoga antes que templo cristiano, estaría extramuros en la época medieval.

Patrimonio material e historia, pues, no le faltan a Laguna de Negrillos. Pero también puede presumir del otro, del inmaterial. La villa es una de las pocas de España que aún celebran año tras año un auto sacramental, vestigio del Siglo de Oro de las Letras Españolas. Es durante la fiesta del Corpus Christi, cuando en su procesión mayor numerosos personajes encabezados por el afamado San Sebastián recorren las calles de pueblo. Una cita declarada de Interés Turístico Provincial y Regional.

De gran importancia son también sus danzas de paloteo, ejemplo indeleble de los bailes ancestrales que estuvieron presentes en todo el sur de la provincia leonesa, en Zamora y en Portugal, que los antropólogos defienden que asientan sus raíces en los bailes pre-cristianos de primavera. Los de Laguna de Negrillos pueden verse principalmente en las fiestas del Corpus y el Voto, aunque también en San Isidro.

Pero si de algo saben hoy los habitantes de este pueblo es de disfrutar de sus fiestas y celebraciones. A las mencionadas del Corpus y el Voto, se une la de La Alubia a final de agosto, un auténtico homenaje a la diversión sin más fin que ese, pasárselo bien, que no es poco.

Cualquier momento es bueno para conocerla. No se arrepentirán.