Cuenca y su belleza a tan sólo un tren de distancia desde León

Con Renfe, León y Cuenca acortan distancias. La ciudad conquense destaca por su belleza, que surge de la especial armonía entre naturaleza y espacio urbano, y de su larga trayectoria histórica que ha dejado un importante legado cultural y monumental. El 6 de diciembre de 1996 Cuenca fue declarada por la UNESCO Ciudad Patrimonio dela Humanidad, gracias a la magnífica conservación del paisaje urbano original como fortaleza medieval, su rica arquitectura civil y religiosa de los siglos XII al XVIII, y a la excepcional fusión de la ciudad con el bellísimo entorno natural en el que se enclava.

Cuenca es también un importante centro de arte contemporáneo. La creación del Museo de Arte Abstracto Español en 1966, y posteriormente de la Fundación Antonio Pérez y el Espacio Torner, la sitúan como referente mundial de las tendencias artísticas más avanzadas del siglo XX.

Toda la capital se desparrama como un puzle diseñado a escala humana, con piezas que el turista va cuadrando paso a paso, por calles y rincones repletos de sorpresas. El casco histórico, las afueras, el entorno de los ríos Huécar y Júcar, que ofrecen itinerarios ideales para disfrutar en familia, a través de espacios seguros y señalizados. Perderse resulta imposible. Otra cosa es que el turista escoja explorar recovecos y rincones que discurren por rutas que alcanzan impactantes miradores, como la que comienza en el camino a la ermita de San Julián para bajar hasta el cauce del Júcar o la que va a la ermita de San Isidro.

La ruta de las Rondas, el Alcázar y la Judería; las Casonas y Palacios o la que permite descubrir los enclaves más modernos de la capital, son otras posibilidades. También será imposible marcharse sin andar el camino que lleva a la Cueva de la Zarza, que parte del Parador (antiguo Convento de San Pablo), y avanza por la Hoz del río Huécar, entre paredes escapadas y exuberante vegetación.

Si se buscan emociones más fuertes nada mejor que las rutas a caballo, la escalada y vías ferratas o el descenso de barrancos, a poca distancia de la ciudad. Imposible resistir tentaciones tan divertidas.

En el entorno cercano a la ciudad de Cuenca se localizan varios asentamientos que muestran las formas de ocupación y explotación económica de un territorio del Imperio Romano. Tres yacimientos arqueológicos de lo que fueron las ciudades romanas de Ercávica, Valeria y Segóbriga son visitables en la provincia. De fuerte raigambre, su gastronomía es de toma pan y moja. El morteruelo, las migas con huevo, el ajo arriero, los zarajos, el gazpacho pastor, o el mojete, que alientan el alma que endulza el alajú, otro prodigio de ese flanco por que amanece en España. Renfe ofrece tres conexiones diarias desde León, tren directo.