De visita a Laguna de Negrillos

Altiva y de pasado señorial, como la torre del homenaje de su castillo medieval, se alza en la planicie el Páramo, en el sur de la provincia, Laguna de Negrillos, una ‘rara avis’ por estas tierras por su inmenso patrimonio material e inmaterial que bien merecen una escapada.

Destaca, en primer lugar, su castillo que conserva en buen estado la citada torre del homenaje, que destaca por su altura. Hecha principalmente en piedra cuenta con planta prácticamente cuadrada. El Ayuntamiento trabaja en su rehabilitación para darle uso. La fortaleza conserva también buena parte de sus muros y otras estructuras, que conforman un recinto cerrado.

Junto a él se ubica la plaza Mayor o de San Juan Bautista, donde se encuentra la iglesia parroquial del mismo nombre y la nueva casa consistorial.

Un ejercicio casi detectivesco es encontrar los pocos vestigios que aún se conservan de la cerca medieval que hablan de un pasado de gran prosperidad, una prueba más.

Hoy en el casco urbano, pero extramuros en el momento de su construcción, está la iglesia de Nuestra Señora del Arrabal, templo cristiano levantado sobre lo que en su día fue sinagoga judía.

Sus calles, algunas muy estrechas, llenas de rincones y vericuetos conservan el encanto de su herencia medieval.

Pero Laguna de Negrillos tiene una riqueza al menos tan importante como la material, que son sus tradiciones y costumbres, fuertemente arraigadas entre sus vecinos que mantienen a capa y espada como un legado que no dejarán perder.

De todos conocida es la fiesta del Corpus, con su famosa procesión en la que sale, entre una pléyade de personajes el popular San Sebastián.

Paro hay muchas más. La del Voto, a finales de abril, es quizá la que mayor sentimiento despierta entre los hijos del pueblo. Un auténtico culto a la Virgen del Arrabal, patrona de la villa y sujeto de devoción irrenunciable.

En ambas acompañan a las celebraciones religiosas, los danzantes de paloteo, otra de las señas de identidad de Laguna de Negrillos que aquí guardan como tesoro.

En agosto celebran la fiesta de La Alubia, ésta más pagana y enfocada a la diversión en su más alta expresión.

San Isidro, Santa Cruz, la Semana Santa son otros momentos de alta actividad.

Paro por su cercanía, cabe resaltar aquí la festividad de San Antonio Abad, organizada por la cofradía homónima, fundada en 1537. Se celebrará el próximo fin de semana, entre los días 20 y 22 de enero. Este año ejercerá como mayordoma Mercedes Rodríguez Ugidos y seis nuevos hermanos pasarán a engrosar el colectivo.

Los actos arrancarán en sábado, 20 de enero, con la eucaristía y vísperas de San Antonio Abad en la iglesia de Nuestra Señora del Arrabal (19.00 horas). La colación se dará en la propia iglesia al finalizar las vísperas. Posteriormente tendrá lugar una merienda de hermandad (20.00).

El domingo, día 21, comenzará con una misa en honor a San Antón en la iglesia del Arrabal (13.00). AL terminar, a las mismas puertas del templo se celebrará la popular bendición de los animales y la subasta de tartas ofrecidas a San Antonio, el sorteo del ‘gochín’ de San Antón y el recitado de refranes al santo, si hay quien se anima. Luego habrá comida de hermandad.

Los actos se extenderán hasta el lunes con una misa por los hermanos difuntos de la cofradía en la iglesia de San Antón en la iglesia de Nuestra Señora del Arrabal.

Es pues, de aquí en una semana, una buena ocasión para visitar la villa paramesa, conocer su patrimonio y disfrutar de los actos programados en una fiesta que, quizá no tenga la repercusión exterior de otras, pero que cuenta con una gran tradición y sabor local.

Así es Laguna de Negrillos, pueblo acogedor y amable con el visitante, amante de su pasado y disfrutón como pocos del presente. A penas media de la capital leonesa, bien merece una visita ahora y en cualquier momento.