Val de San Lorenzo se descubre despacio

Val de San Lorenzo es de esos rincones de la provincia que se descubren despacio. A menos de 10 kilómetros de Astorga, este municipio maragato es de los más dinámicos de León, con una agenda cultural que brota en cada uno de sus tres pueblos (Val de San Lorenzo, Val de San Román y Laguna de Somoza), que ofrecen al visitante una cocina cuidada y una arquitectura única, de tonos cobrizos y dorados que se funden en sus inconfundibles construcciones.

Sus calles, pedregosas, mantienen esa esencia de las zonas rurales, con casas auténticas en las que los colores típicos del traje maragato predominan en puertas y ventanas.

Es de sobra conocida su larga tradición textil. La calidad de sus productos ha convertido a Val de San Lorenzo en uno de los mejores lugares de España para lanzar este tipo de actividad. Los negocios locales exportan a Canadá, Estados Unidos, Suecia, Alemania...

De hecho, la antigua Comunal, la primera fabrica mecanizada que hubo en la localidad, fundada por un grupo de vecinos allá por 1920, es una parte fundamental de este gran centro de interpretación textil en el que se ha convertido Val de San Lorenzo. Dentro del museo están todas las máquinas y utensilios utilizados en las fases intermedias del laborioso proceso de la lana.

Este espacio de exposición permanente es también el centro neurálgico de toda la actividad que se desarrolla en el Val de San Lorenzo. Su ayuntamiento dedica cada año el 8 por ciento de su presupuesto a la cultura.

El alcalde Luis Alfonso Cordero explica que a través de este tipo de actividades se revitaliza un municipio con vocación de crecer y que tiene además una de las ferias de artesanía más conocidas de la provincia. «Estamos pensando en darle un impulso este año después del éxito que tuvo la última edición», apunta el regidor, quien tiene muy claro que Val de San Lorenzo es un «lugar idóneo» para invertir y formar un proyecto de vida.

Todas las semanas reciben llamadas de personas que están interesadas en mudarse a este enclave maragato, que participa también en un proyecto de repoblación que busca nuevos vecinos dispuestos a disfrutar de la tranquilidad de las zonas rurales, pero con todos los servicios. Hay comercios locales, restaurante, zonas verdes de esparcimiento, dos museos, recursos turísticos de primer nivel... «Una tarde en familia en Val de San Lorenzo es una tarde completa», invita el alcalde.

Cada uno de sus tres pueblos tiene por sí solo atractivos de sobra. Val de San Román está envuelto por el paisaje típico de maragatería; Laguna de Somoza ofrece las mejores vistas del Teleno y no te puedes ir de ahí sin visitar su iglesia parroquial, conocida como la Catedral de la maragatería. Tampoco te puedes perder la ermita de San Antonio de Padua y su torre del reloj. Todo forma parte de un entorno bordeado por enormes praderas que serpentean a ambos márgenes del río. Al Val de San Lorenzo se le conoce como ‘el pueblo de los mil colores’. Es de esos lugares de la provincia que tienen vida, con un turismo que crece cada año.