Tradición y buen gusto

Para degustar y disfrutar

L a tradición se cocina en el Bar Mesón Mónaco a fuego lento. Con ingredientes de calidad y en unos fogones en los que José Antonio López y su familia elaboran exquisitas obras de arte culinarias, cercanas a todo comensal y con un guiño a la vecina Asturias. Desde La Bañeza y con un prestigio consolidado entre los clientes fijos y aquellos que por boca de otros descubren la existencia de este establecimiento, una parada delante de su puerta invita a abrirla y empezar a degustar la buena cocina, la que pasa de padres a hijos y la que José Antonio conserva y da un toque propio.

Una amplia nómina de platos, raciones y tapas conforman ese rico y sabroso atractivo que va desde las carnes al pescado y el marisco pasando por las hortalizas y hasta las populares ancas de raza que José Antonio y su familia elaboran con esmero. El cachopo tampoco puede faltar en su oferta gastronómica, desde el de jamón al de cecina o bacalao. El pulpo es otro de sus puntos fuertes y también uno de los grandes atractivos (probarlo lleva a repetir en más ocasiones), al igual que las chuletillas de cordero, las zamburiñas, el churrasco, las rabas de calamar, las orejas, los callos o el lacón. No queda nada sin ese toque especial de una cocina casera, cuidada y cercana al comensal que tiene en el Bar Mesón Mónaco a todo un abanderado. Tampoco faltan los platos combinados en una propuesta gastronómica que puede degustarse todos los días de la semana a excepción de los miércoles por la tarde, de ocho de la mañana hasta las doce de la noche. Y como complemento para aquellos que también deseen disfrutar de la riqueza culinaria de este bar mesón la posibilidad de, por encargo, poder llevarse a casa esas elaboraciones que salen de una cocina en la que la tradición es una seña de identidad, pero también la calidad y cuidado con el que elaboran cada plato. Que luego se traslada a un sobresaliente servicio.