De Viaje a Fabero
El epicentro minero con BIC
En Fabero todavía huele a carbón porque nadie quiere perder ese aroma. Del pasado han sabido crear futuro con un BIC con epicentro en el Pozo Julia, que este mes y en enero suma las visitas nocturnas. Rico en monte y parajes, también ofrece sendas a pie y bicicleta
En una provincia tan marcada por la minería como es León, la visita al Pozo Julia, en la localidad de Fabero, es muy recomendable y en familia para conocer uno de los trabajos más duros, su evolución, las condiciones en que se realizaba y el sentimiento de comunidad que se creó bajo tierra. Perteneció a Antracitas de Fabero S.A. y fue construido a una profundidad de 275 metros. Abajo, oscuridad, pico, pala, maza y riesgo. En 1991 el tajo se cerró definitivamente, pero ahora se puede visitar para recordar y comprender.
Existen tres opciones, una visita de dos horas, otra de tres y una nocturna. El recorrido se inicia en los vestuarios donde los mineros se ponían el mono de trabajo y la lampistería, donde recogían su casco y su lámpara. Todo aderezado con explicaciones y curiosidades sobre la evolución del material que utilizaban en la mina, que se puede ver y tocar.
También se recorren los baños y las duchas, diferentes para los mineros rasos, los vigilantes y los ingenieros. Los espacios, donde llegaron a trabajar 1.200 personas y hoy se escucha el silencio, están decorados con obras de estudiantes de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid.
En el Pozo Julia se explica la lucha minera por la mejora de las condiciones, las huelgas, los accidentes y las enfermedades derivadas de ese duro trabajo. Se puede escuchar la sirena del cambio de turno y de las catástrofes. Siempre en alerta. Antes de entrar a la mina en sí, que es una recreación muy bien lograda, se ve el lavadero donde se separaba el escombro. Con la sensación de descender hacia el interior de la Tierra esos 275 metros que tenía la mina se contempla el lugar donde se metían a trabajar tumbados durante horas, cómo funcionaba un martillo picador y hasta se pueden probar los genéfonos por los que se hablaba. Una auténtica experiencia que impacta por toda la historia que contiene y con la que se puede aprender mucho.
La visita de tres horas incluye el Poblado de Diego Pérez, el economato y una colección de fósiles, mientras la nocturna, que se puede efctuar sólo determinadas épocas del año como ahora, sirve para experimentar qué sentían los mineros al entrar en la penumbra solo con la luz de su casco. Este mes de diciembre y en enero se efectúan a partir de las 19.00 horas. En cualquier caso, la planificación del tipo de visita que uno desee se efectúa llamando previamente al teléfono 671.02.88.41. Ya no sale carbón de sus entrañas, pero Julia sigue muy viva en la localidad, compo también sigue vivo el Pozo Viejo.
Fabero tomó hace años la delantera en la protección del patrimonio industrial minero en El Bierzo y hoy, suyo es el primer conjunto etnológico minero de Castilla y León catalogado como Bine de Interés Cultural (BIC).
A esas dos joyas que dan brillo a Fabero se suma La Pizarra Borrada, un centro cultural ubicado en la calle Sierra Pambley que merece la pena visitar y que pretende servir de espacio para el reconocimiento y la memoria de todo lo relacionado con la educación de «ayer» y su evolución en la sociedad actual.
Además, en estas fechas el Ayuntamiento ofrece un amplio programa navideño hasta el 5 de enero, que se adereza con magia, música, ocio y un Belén Artesano construido por Luciano Huerga Rubio, Adolfo Taimil Ruíz y Joaquín Trasancos. Cada año, su esfuerzo y creatividad logran sorprender a quien se acerca, creando unas figuras que no solo reflejan la tradición y el espíritu navideño, sino que se han convertido en un símbolo de la cultura minera. Está abierto en la sala de exposiciones del Hogar del Pensionista, de 17.00 a 20.00 horas. Este año y por el trabajo incansable de muchas mujeres de la localidad tejiendo también se pueden ver dos espectaculares pinos de crochet, que se han instalado en dos plazas y elevan su singularidad hasta los 7,5 y 3,5 metros.
Por si fuera poco, el valor natural del municipio de Fabero por su exuberante vegetación de brezos, jaras, Pinus Laricio y Pinaster, castaños, robles y hayedos, se potencia a través de rutas BTT para los amantes de la bicicleta de montaña. Destaca Las Calicatas, que consta de un recorrido de 47 kilómetros y un desnivel acumulado de 1.500 metros. El trazado discurre por pistas forestales que atraviesan las localidades de Fontoria, Lumeras, Bárcena de la Abadía y Fabero. Y destaca por combinar naturaleza como la Reserva de la Biosfera de los Ancarez con Patrimonio Industrial minero en la Gran Corta. Esta ruta ha inspirado una carrera popular y lúdica. Además, el Ayuntamiento ha señalizado multitud de sendas turrísticas como la minera, en la que contrastan el verde del entorno con el negro del carbón y que recorre las minas Negrín, Alicia, Antracitas de Fabero y Marrón, así como las explotaciones a cielo abierto; la de los molinos, los Castros, la del Agua, Fontoria, Pontigas, Robledal y la Rubiona. Hasta ha diseñado una Senda Mágica.