Diario de León

De viaje a

carracedelo

En el corazón del Bierzo, donde la tierra exhala riqueza y la agroalimentación está en la base del desarrollo. Aquí se encuentra este municipio que ha otorgado un valor especial a su patrimonio etnográfico y en cuyas lindes sobresale una de las joyas arquitectónicas del Bierzo: el Monasterio de Santa María de Carracedo Hornos y lagares bien conservados son el mejor ejemplo de la apuesta de Carracedelo por recuperar su historia. Precisamente el domingo tendrá lugar la Ruta del Pan y el Vino

En las imágenes se pueden ver alguno de los atractivos más destacados de Carracedelo. Preside la composición una fotografía del Monasterio de Santa María de Carracedo, la joya del patrimonio del municipio. La Casa Rectoral de Carracedelo, un horno de pan

En las imágenes se pueden ver alguno de los atractivos más destacados de Carracedelo. Preside la composición una fotografía del Monasterio de Santa María de Carracedo, la joya del patrimonio del municipio. La Casa Rectoral de Carracedelo, un horno de pan

Ponferrada

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T ierra de labranza y de rico suelo, Carracedelo es al Bierzo lo que el corazón al cuerpo humano. De sus entrañas se recogen cada año la mayoría de los frutos distinguidos con sello de calidad que hacen de esta comarca leonesa una referencia en el sector de la agroalimentación. No en vano, en su territorio se erige la sede de los consejeros reguladores que velan por la calidad de los productos con denominación de origen, indicación geográfica protegida y marca de garantía que se cultivan o elaboran en el Bierzo. La tierra es su mayor riqueza, la base de su desarrollo actual, pero su geografía está salpicada de innumerables atractivos que convierten a este municipio —integrado por los pueblos de Carracedelo, Carracedo del Monasterio, Posada del Bierzo y Villamartín y Villaverde de la Abadía— el lugar perfecto para perderse entre una naturaleza de gran valor, vertebrada en torno a un patrimonio etnográfico como pocos se conservan en el Bierzo.

También su patrimonio arquitectónico merece una mención especial, materializado fundamentalmente en construcciones religiosas, como las iglesias de San Blas de Villaverde de la Abadía, San Esteban de Carracedelo, San Pedro de Villamartín de la Abadía o Santa María de Villadepalos. Pero sin duda, la construcción más emblemática y sobresaliente del municipio es el Monasterio de Santa María de Carracedo, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1929. Protección que en 1994 se amplió a su entorno.

Esta antigua abadía, ya exclaustrada, fundada en el siglo X y perteneciente a la orden benedictina, primero, y a la cisterciense, después; ha sido objeto de diversas reformas hasta alcanzar el estado actual. Aúna diversos estilos —fundamentalmente románico, cisterciense y protogótico— y comprende las dependencias monásticas y el Palacio Real. Es además, el entorno en el que cada año se enmarca el Medieval, una actividad cultural que este año alcanzó su décimo séptima edición.

En lo que al ya mencionado patrimonio etnográfico se refiere, especial atención merece la Casa Rectoral de Carracedelo. Se trata de una construcción de finales del siglo XVIII, de arquitectura rococó entre la que destaca el arco de entrada. Es, precisamente, el edificio que en la actualidad acoge la sede de los consejos reguladores y alberga, además, una colección etnográfica permanente. En materia de arquitectura civil, también hornos y lagares ocupan un lugar destacado, especialmente tras la intensa recuperación a la que el Ayuntamiento de Carracedelo ha sometido estas construcciones en los últimos años con el objetivo de ponerlas en valor, como parte fundamental de la historia misma de cada pueblo. De hecho, con este fin se ha creado la denominada Ruta del Pan y el Vino que, si el tiempo lo permite, se celebrará este domingo. Es una ruta de senderismo de doce kilómetros que recorre los hornos y lagares del término municipal y permite conocer su funcionamiento y disfrutar de la naturaleza por la que están envueltos.

Un recorrido a pie accesible para todas las generaciones que constituye tan sólo una de las ofertas que, en materia natural, pone a disposición de vecinos y foráneos el Ayuntamiento de Carracedelo. La Ruta de los Molinos, la Ruta de la Fruta, la Ruta de los Humeiros, la Ruta al Castrelín, la Ruta del Monasterio a Médulas o la Ruta de las Barrancas de Santalla completan esa oferta, incluyendo también la denominada Ruta de los Pescadores, que atraviesa los puentes colgantes de Villaverde de la Abadía y Villadepalos, dos de las construcciones civiles también con cierta relevancia. El puente colgante de Villaverde es el único que conserva su estructura original en la zona, prueba fehaciente de como las generaciones pasadas se las idearon para sortear el obstáculo del río y acceder a sus propiedades al otro lado del mismo. El de Villadepalos, por su parte, se conoce coloquialmente como el puente colgante «de la barca», ya que sustituyó a la embarcación que hasta su construcción se utilizaba para cruzar el río Sil en este punto.

La exposición Natura Ibérica, una muestra taxidérmica de la fauna ibérica abierta al público desde el año 2009 con fines didácticos; y el Museo El Varal de Carracedo del Monasterio, forman parte igualmente de los atractivos con los que cuenta este municipio berciano. Precisamente éste último incide en la revalorización que de la etnografía local se ha llevado a cabo en Carracedelo, en su caso a manos de uno de sus vecinos, Antonio Sernández, que, no sin esfuerzo y con mucha dedicación, ha construido en su propia casa un museo de labranza que constituye la principal colecciones etnográfica que atesora el Bierzo.

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