Tragarás hasta 250

Hay que rasgarse la camisa viendo los homenajes que les hacen a los etarras que cumplieron condena y vuelven al amor patrio que les parió y al odio al otro que les alumbra. Vuelven a por la capa de héroes y a por un entorchado entre antorchas.  

El que fue víctima de esos asesinos confesos se subleva y se enfurece, no concibe. El que es condoliente con el daño social que hicieron se indigna y clama al cielo. Pero el que es realista comprueba que un extorsioniador, un verdugo o un criminal sin una mínima piedad pueden alcanzar admiración popular o fervor, incluso el mando de una nación. Es algo tan tristemente viejo como «el hombre entre hombres». Estatua o monolito siguen teniendo muchos. Y mañana la tendrán algunos de estos. Y si no lograran pedestal en plazoleta, sobran calles para renombrarlas; y si tampoco cae calle, sobran homenajes en teatros o frontones, sobran carteles, murales, adoraciones en colorines y consignas abanderadas en muros, calzadas o balcones, ese púlpito de su lienzo gritón, esa campana tocando arrebatada a rebato.  

No salgas, niña, a ese balcón, no te asomes a ese vértigo... que las rondas no son buenas. Pero saliste y blandiste también una bengala con papá y reíste emocionada y gritaste vítores a la procesión lo mismo que los amigos y vecinos que abajo le hacían al convicto un pasillo triunfal: ... bienvenido... por la gloria de mi madre, y de la kalzada,.  

¿Qué entristece más, niña: el criminal en su glorificación o la basca vasca que le entroniza? El delincuente es uno, pero la basca en la calle, centenares; el gatillo no lo apretó un solo dedo, miles señalaron objetivos. Pero contigo en ese balcón nos multiplicas la desesperanza, . ¿Nadie se arrepiente ahí de haber matado o de aplaudir la sangre?... y ahora Otegi dice que tragaremos más homenajes de estos y que serán 250. Además de haber matado ¿se cagan en los muertos?... infinita vileza... y a ella te sumas, niña, quiero creer que sin saberlo o ciega.