Diario de León

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No pensaba hacerlo. Me dije a mí misma que no me pronunciaría, que el asunto me quedaba lo bastante lejos como para hacerlo y que haría oídos sordos a lo me llegaba a través de medios de todo tipo. Pero he cambiado de opinión. Lo que está pasando en Cataluña ya no me deja indiferente.  

Es imposible que no te susciten algo, lo que sea, las imágenes que llegan desde hace días por todos los lados. Eso a mi. No me imagino lo que supone todo esto a quienes lo viven en sus propias carnes.  

Es irracional, una locura y da vergüenza ajena toda esa violencia. Una sinrazón que no tiene defensa alguna. Me da igual quién tenga razón o de quién sea la culpa, lo importante es el qué y, al menos en esta ocasión, el asunto merece un análisis por parte de todos.  

No me importa la trascendencia de la sentencia del Tribunal Supremo, ni la visita con abucheos y gritos incluidos de Pedro Sánchez ayer, ni la repuesta de Torra al mensaje del rey. Ni siquiera la reacción de los condenados la semana pasada, ni lo que dicen de nosotros en el extranjero.  

Lo que me parece realmente importante de todo esto es lo que está ocurriendo en la calle. Me importa el policía que está en estado grave tras recibir el impacto de un objeto contundente que rompió su casco. Y el hombre que perdió un testículo. Y el que se ha quedado un ojo. Y el dueño de la tienda que lleva días sin poder subir la trapa y el responsble del bar que no sabe cómo va a poder pagar las facturas a final de mes después de ver cómo han destrozado la terraza que le da de comer. Me preocupa la parte humana de todo esto, que al fin y al cabo es la única realmente importante.  

Veo las barricadas, las hogueras, los lanzamientos de todo tipo de cosas (hasta lavadoras), las pelotas de goma... y no doy crédito.  

Todo me parece una muestra más de la imbecilidad humana. Como si la violencia fuese la única opción. De verdad, ¿no hay otra forma de hacer las cosas? ¿Alguien lo cree?  

Convendría parar un momento, pero hacerlo de verdad, no ponerse de ningún lado, sin juzgar, y pensar. Es que la causa merece la pena?

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