Diario de León

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No es país para abstemios ni abstinentes ni abstencionistas. La abstinencia en general (en particular la electoral, tan ética o respetable) no la tiene en mayor porcentaje que en Europa esta España de excesos, algo excesiva y movida por su solazo a la siesta modorra o al recalentamiento del buje. Por eso muchos dijeron que se abstendrán. Les arde la boca. Ya se les enfriará la víspera. En las próximas elecciones no habrá tanta abstención como se teme o pronostica (también lo catalán ayuda a vomitar voto). Y si así fuera, tampoco hay que avergonzarse de este pueblo y de esta democracia nuestra (o demosuya, pero la única a mano), no señora. También  se abstiene  nuestra fosca clase política de mostrar un poco de vergüenza y hacer  acto de contricciónpropósito de enmienda cumplir la penitencia , porque el otro precepto que exige el sacramento - decir los pecados al confesor  o al juez y al fiscal en este caso- parece poco probable en esa tropa. Pero un poco de por favor y otro de vergüencita ajena en las candidatas y candidatos no le vendría mal al derrotado pueblo español (¿qué pueblu ye esi?, ¿pur onde cai?).  

Y ahí salió fantaseando Peláez con lo que planteó Saramago en « Ensayo sobre la lucidez », peliaguda novela que se inicia con el epígrafe « Aullemos, dijo el perro » y que viene a ser secuela de la anterior, « Ensayo sobre la ceguera ». En su lucidez el Nobel portugués plantea un supuesto inquietante: los electores, en abrumadora mayoría, deciden votar en blanco, opción civilizada del que no traga o no se fía y mucho más elegante que quedarse en casa campaneando los huevos o las domingas. Así que el 84% vota en blanco y en la novela se arma la de Dios no es Cristo ni es demócrata y hasta parece anarquista, bombazo inluído con 34 muertos.  

Pero España no es país tan abstencionista; los cabreados siempre son más y no pierden ocasión. Y tampoco es país para jóvenes que no sean viejos. Manda lo viejo y la historia ombligo. Y en los viejos manda el miedo al ver de cerca las orejas a la loba, que así pintan a la Muerte los pastores. País. Pís. Ps.

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