Menos lobos

El inventar tradiciones tuvo secuela en el corrillo saliendo a relucir algunas «inveteradas costumbres», «ritos arcaicos» o «telares históricos» de aquí que sólo son trola absurda u ocurrencia interesada. Y ahí Sócrates nos brindó un nombre y una elegante carcajada, la Dama de Arintero... por no hablar, añadió, del «ramo leonés de Navidad» que hacéis pasar por seña antigua y cosa identitaria de esta tierra cuando sólo fue, como en tanto lugar de España, un lampadario parroquial votivo de sólo algún pueblo y jamás vuestro «genuino árbol de Navidad» que hoy ponéis en hogares, plazas o escaparates, qué disparate; y todo porque un listillio quiso reinventarlo en 1977 divulgándolo e instaurando el primero en edificio público en 1987, concluyó lanzándome una mirada inculpatoria de fiscal calvinista: te pasaste inventando esa tradición, Pedrín.

Peláez apuntó: la tradición inventada busca legitimidad por el mero hecho de venir del pasado o hacerlo creer así; y cita a Hobsbawm: «la identidad -cultural o nacional-, lo identitario, es algo construido y por tanto eventual», y así todo cambio político entierra unas tradiciones y restaura o inventa otras; la historia religiosa o nacional del hombre es una sucesión, tantas veces lamentable, de estas cosas. Y aquí Otavito pidió vez al tener delante un caso flagrante, una invención que por absurda y pueril delata complejos e inopias: los «chorcos» para cazar al lobo que cuelan en Candín siendo tan sólo viejos cortines o corrales para la protección de colmenas, construcciones muy frecuentes en Maragatería, Bierzo, Valdería, Cabreras, Valduerna, Omaña... Lo hacen hasta con paneles, webs o promociones y quien los visite se creerá esta verdad «institucional» subvencionada, mentira boba que no parecen dispuestos a enmendar pese a estar denunciada la paparrucha, como quien dice «que la realidad no te estropee una buena fantasía y la exaltación del ombligo». Menos lobos. Esta tradición inventada supera incluso a la de «la Vieja del Monte» con la que el tontín patriotero quiere sustituir aquí a los Reyes Magos.