Editorial | Una obra necesaria para la Marca León

Al alcalde José Antonio Diez no debería sorprenderle que la oposición se una para plantarle cara. Después de tres años en el despacho de la Alcaldía de León ha dejado sobradas pruebas de su escasa capacidad para el diálogo y de su nula disposición a promover los que deberían ser pilares fundamentales de la Marca León. La polémica obra de Ordoño, con la pintura de su suelo, queda probablemente como el ejemplo de unos años en los que da la sensación de que todo se ha centrado en el maquillaje, a la vez que se promovía la privatización de trabajos municipales. Quizá por incapacidad, pero lo cierto es que la gestión se ha parado. Estos tres años se resumen en la continuidad de proyectos ya en marcha —como el plan Edusi— o en ‘marear’ cosas tan importantes como es el Palacio de Congresos.