Diario de León

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La mayoría de nuestros temores son infundados, pero nos chafan como si fuesen de carne y hueso. He estado en la Universidad de Huelva con Juan Matas —decano de Letras de la Universidad de León—, él para hablar de cómo editar un soneto de Góngora y este juglar de columnas acerca del humor cervantino. Fuimos invitados por el catedrático Luis Gómez Canseco. Esto ha sido recibir por adelantado mi regalo de reyes, y eso que un temor me angustiaba: ¿sería mi conversación amena en viaje tan largo? En las cercanías me apaño, pero un viaje León-Huelva es ya Los Hermanos Karamazov. Temía resultarle soso . Se lo consulté a mi mujer: «¿Le hará gracia el chiste de que va Quevedo en una diligencia y le entran ganas..?». Me interrumpió: «¡Ni se te ocurra!». Lo descarté, no fuese a tener razón. «¿Y si le voy cantando clásicos, tipo Yo nací en una ribera …?». Rotunda: «Os bajan en Palencia». Eché mano de la lógica: «Los catedráticos, por sabiduría, son del Real Madrid…». Se puso a hacer muecas de culé. Y si… y si… ni se te ocurra…. ni se te ocurra…. «! Salga el sol por Antequera!», exclamé. Además, el mucho afecto también intimida. Catastrofista, no conté con que Matas puede hacerte grata una vuelta alrededor de la mesa camilla. Por cierto, mientras hacíamos tiempo para uno de los enlaces, metidos en grata conversación, casi perdemos el tren. Ah, la amenidad.

Don Juan tuvo una gran intervención, pese a que me zampé —nervios del telonero— minutos de su tiempo. Y, pese a ello, al salir no me retó a duelo. Hablando de zampar, he descubierto por qué Cervantes estuvo años por Andalucía: las croquetas de carabineros. Ah, la investigación in situ .

Asimismo, no pasárselo bien con don Luis solo se puede deber a que ha sido el fin del mundo y no te lo han dicho, pues humor travieso y rigor académico van en él a la par. Gracias por no rendiros, docentes de Filología, os necesitamos. Y vosotros, futuros filólogos, no os dejéis vencer por el temor a lo incierto. Todo irá bien. El viaje de vuelta resultó igualmente estupendo. Matas fue trabajando con su portátil y se volvió a librar de mi chiste y de mis clásicos musicales. Sí, he recibido por adelantado el regalo de reyes. A ver cómo superas esto, Papá Noel.

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