Diario de León
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La Consejería de Sanidad de Castilla y León trabaja en un estudio de aquellos centros donde hay más riesgos y más agresiones a sanitarios y evalúa la instalación de un sistema de cámaras de circuito cerrado para contribuir a la disuasión y reducir el número de agresiones. Se trata de una especie de botón del pánico. Las agresiones al personal sanitario de Castilla y León se han incrementado un 30 por ciento y por eso hay que tomar medidas. Ya hay herramientas como el botón de alarma, instalado prácticamente en toda la atención primaria. Casi 300 sentencias condenatorias avalan este tipo de ayuda en un momento en el que la tensión dentro y fuera de las puertas de los consultorios médicos es máxima.

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