Diario de León

Creado:

Actualizado:

Hay gente que es luz. Que ilumina el camino, vamos. Pero no nos emocionemos, que no es la mayoría. Imagínense si así fuera, iríamos cegados por la vida cuando la realidad es que así vamos, pero por motivos bien distintos. 

Son algunos, no todos, los elegidos para marcar el camino. Ya sabemos lo confortable que nos resulta el rebaño, esa sensación de seguridad que asusta  abandonar. Lo que pasa es que ese calorcito es cómodo, pero lo mejor suele estar algo más allá, más cerca de los dominios del lobo que de la calidez de las ovejas.

Las personas que alumbran tienen algo en común: valentía, espíritu guerrero y tesón. No se dejan dominar por el miedo y se guían más por lo suyo que por lo del común de los mortales. Rompen, en definitiva.  Pero, lo que decía, que no son mayoría. Porque igual que no todos podemos ser ministros (ni ganas), aventureros o personal de limpieza, tampoco el mundo estaría equilibrado si sólo estuviese poblado de seres iluminados. Tiene que haber de casi todo y ahí reside, en parte, el encanto de la diversidad. 

En ese selecto grupo de luz están quienes se atreven a convertirse en repobladores del mundo rural. Se necesita entrenamiento mental y grandes dosis de coraje para deshacerse de líos adquiridos y prejuicios, coger el macuto y largarse al pueblo. Dar un giro a su vida para dejar lo que han sido hasta el momento y comenzar a ser la persona que durante mucho tiempo han soñado. Le pese a quien le pese.

Vender minerales o gemas, como Jorge y Kevin, o montarse una agencia de publicidad y márketing, como Lucía, requiere algo más que una ayudita al emprendimiento, que nunca viene mal pero ahí no está la clave del cambio. 

Son ejemplos de luz, sí, y también de esperanza, la que se va perdiendo a borbotones y que ellos recuperan a cuentagotas. Representan el impulso que necesitan los pueblos, que son mucho más que paraísos de descanso estival. Son los repobladores que ansía el mundo rural. Sus historias, que se pueden leer en las páginas de este diario cada lunes, son un chute de optismismo y representan la realidad de la que no hablan los políticos. Ellos se atrevieron y cruzaron la frontera que da acceso a lo verdaderamente bueno de la vida. Elegir tu propia historia. 

tracking