Diario de León

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Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi encina, dijo Sócrates emulando a Diógenes. Y añadió: deben urgirse leyes contra el maltrato vegetal igual que el animal. Como organismos vivos, las plantas son más antiguas y decisivas que los animales. Sin su reino, lo demás, caput. ¿Y no cabría en un futuro una ley de maltrato mineral?, porque estamos escarbando y roturando este planeta hasta dejarlo como un eccehomo a latigazos.

Si lo vegetal es inteligente, como está ya demostrado, ¿cabría hablarse también de sentimientos?, pues las plantas perciben, sienten... y contestan. ¿Qué hizo, por ejemplo, que una orquídea fuera modificando su flor hasta simularse como una perfecta abeja para atraer a los polinizadores que necesita?... Añádase que las plantas tienen vista y reaccionan a la luz, tienen oído y aumentan su flujo de néctar cuando zumban insectos cerca, tienen tacto al reaccionar a estímulos mecánicos, tienen voz eléctrica para alertar y química para advertir a otras plantas, tienen olfato y responden a los aerosoles, tienen gusto y saben de qué aguas no hay que beber... y como no se mueven del sitio, no incordian ni huyen de su destino, es decir, sólo les falta saber preparar unas judías con chorizo para ser el organismo perfecto. Y si ven, oyen, huelen, tocan y saborean, ¿qué no pensarán o maldirán del jardinero bárbaro que las poda hasta dejarlas en muñón o del tarado de las cerillas?... ¿y podrá algún día la ciencia descifrar el lenguaje de las plantas y qué dicen?, porque sería interesante saber qué piensan del hombre, del rumiante, del lugar o de su suerte y quizá podrían mostrarnos algún camino para salvarnos de nosotros mismos.

Y entre lo vegetal, ¡los árboles!, la grandiosidad. Hay un pino en California de 4.853 años. Ningún animal llega a vivir lo que un simple chopo o cerezo, y no digo ya una encina o abeto. Reencarnarse en un árbol no es mala perspectiva: ¿frutal o leñoso?, ¿ciprés o baobab?... Si me dan a elegir, concluyó Sócrates, yo, de mayor, tejo; dos que tenemos en esta tierra incendiaria han logrado pasar de los dos mil años.

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