Editorial | Retrasos con perjuicios en seguridad vial

Parece un hecho fuera de toda duda que las mejoras en las infraestructuras llegan a León con unos retrasos clamorosos. La larga lista de las que podrían denominarse ‘deudas históricas’ es repetida de manera periódica mientras pasa el tiempo y sólo llegan las soluciones con cuentagotas. Un buen ejemplo es lo que ocurre con las glorietas. Varias llevan hasta diez años en el fondo de los cajones. Mientras los conductores sufren los inconvenientes, y en ocasiones los siniestros, que se derivan de esas deficiencias. Lo que resulta, si cabe, más inaceptable es que cuando se planificaron esas rotondas es porque ya existía un riesgo cierto, conocido e incluso muchas veces denunciado de manera pública. Las comunicaciones internas de la provincia, y de manera especial los accesos a la capital, presentan déficits que pueden catalogarse con rotundidad como puntos negros para la seguridad vial. Y deberían solventarse ya.