El centro de salud de Armunia

En julio de 1991, Jaime Martínez Ramos firmó este proyecto de Centro de Salud, redactado con Carmen Bravo Durá y promovido por el Instituto Nacional de la Salud en un solar cedido por la Junta Vecinal de Armunia en la calle San Juan Bosco y cuyas obras dirigió Jaime, con Andrés Valdés Fierro como aparejador. Levantaron un edificio en altura centrado en la parcela con pilares de acero y vigas planas de hormigón. Encajaron el programa de necesidades en un semisótano para instalaciones y tres plantas en L alrededor de un gran «espacio central» desplazado a una esquina.

La planta baja para Urgencias, Fisioterapia, Usos Múltiples, control y archivo, y las dos plantas superiores escalonadas con las consultas de Medicina General y los espacios privativos del personal del Centro accesibles por ascensor y dos escaleras rectas que invitan a un «paseo» perimetral alrededor de ese gran vestíbulo, ordenado por un sugestivo entramado espacial ortogonal iluminado por un muro cortina atado a la estructura y equipado con parasoles de religa que permiten la limpieza de vidrios y el control de soleamiento.

Al exterior, el edificio se nos presenta como un prisma cúbico de caras lisas y bloques de hormigón color albero, roto por un acceso posterior con moderna escalera a la vista, vanos longitudinales con carpintería de aluminio y el emblemático muro cortina que nos anuncia la entrada principal. Todo protegido por una cubierta plana parcial y otra más elevada en ligera pendiente acabada con chapa y grava sobre estructura metálica… Bravo Durá y Martínez Ramos habían sido educados en el funcionalismo racionalista por la Escuela de Madrid. Indiferentes al «Bullicio Postmodernista», parece practicar en Armunia un nuevo Eclecticismo vinculado al repertorio formal del Movimiento Moderno... En la Memoria del Proyecto, nos presentaban su trabajo como «una solución compacta… confiando en que la riqueza espacial y la buena ejecución sean suficientes para conseguir el fin buscado: un Centro digno, funcional y con una clara lectura de edificio público»… ¡Pues estupendo!