Editorial | Un León agónico que no mira al futuro

Parece fuera de toda duda que León tiene serios problemas que precisan soluciones urgentes. Los últimos tiempos no han sido buenos. Han confirmado unas tendencias a la merma en todos los frentes. La ciudad sufre carencias en sus servicios públicos, tiene los barrios abandonados y elementos tan importantes como su parte histórica sufren una triste agonía, como denuncian los propios vecinos. Conocidos son también los problemas en el alumbrado público. Y la falta de mantenimiento en muchos aspectos, todo ello combinado con una cuestionada política de privatizaciones que no ha logrado invertir las tendencias. Ahora, el equipo municipal de José Antonio Diez trabaja en unos presupuestos que carecen de novedades. Y de la ambición que requiere una ciudad necesitada de otras esperanzas. De un proyecto de ciudad que apueste por la renovación, por el progreso y por aprovechar sus recursos.