Casa Restituto de Paz
C/ Suero de Quiñones, nº7. OVIDIO PRIETO, 2021
León, julio de 1938. Plena Guerra Civil. Luis Aparicio Guisasola firma esta pequeña Casa de Alquiler para Restituto de Paz del Rio en un solar orientado al norte de la calle Suero de Quiñones, cuyas obras ejecutó con Rutilio Fernández Llamazares como aparejador. Proyectó la Casa con muros de carga y forjados con viguetas metálicas en cuatro crujías paralelas a la calle. En el semisótano situó las carboneras. Y en el entresuelo dos viviendas rodeando un centrado portal con escalera de tres tramos para subir a otros dos niveles con cuatro viviendas más de cuatro dormitorios, el comedor a la calle, las cocinas y servicios a un patio interior y la imprescindible galería al de manzana, buscando el sol del mediodía.
Dispuso la fachada simétrica de ladrillo visto con aparejo español (a tizón), entre dos estrechos machones revocados sobre un zócalo horadado. Sencilla portada con guardapolvo y tragaluz en el eje.
El entresuelo con ventanas geminadas sobre lineales repisas bajo dintel continuo apoyado en ménsulas. En las plantas primera y segunda un atractivo mirador de obra, también revocado y delicadamente moldurado, que exhibe carpinterías de madera y persianas del mismo material en amplios vanos dispuestos, como las ventanas, entre rectilíneos alfeizares y dinteles corridos con geométricas barandillas de forja, igual que las contiguas terrazas de antepechos ciegos acabadas en curva, a las que abren huecos verticales con los mismos guardapolvos sobre consolas. Y coronando la fachada, un «panel desnudo», aquí de ladrillo enmarcado para completar la composición…
En tiempos de incertidumbre, Aparicio también ponderaba las apariencias. Siempre instalado en los límites de la Modernidad, diluía su característico «racionalismo prebélico» en una arquitectura híbrida, academicista y moderadamente ornamentada, reforzando las simetrías, pero matizándolas con la refinada elegancia del Art-Decó… y tal vez abstraído en un ambiguo estado de ánimo que le permitiera sobreponerse a los sobresaltos de la Guerra.