Diario de León

Al trasluz Eduardo aguirre

La paz también se gana

Creado:

Actualizado:

D ado que no lo contó él mismo en la presentación de su libro, lo contaré. A Juan Francisco Martín, director de 8 Televisión, el ayuntamiento de Kiev le ha concedido su medalla honorífica. Se lo calló en la presentación de su libro Ucrania, el triángulo del valor (Lobo Sapiens), el pasado sábado, en Botines; me dijo luego que no surgió la ocasión. Ya. Fue un acto emocionante, donde se habló poco del libro y más de los hechos que lo han provocado, algo que dice mucho y bueno del autor y de su editor. La presentación exigía respeto y lo hubo. A mí lado tenía dos hermanitas ucranianas. ¿Qué pensaron al escuchar la historia de las bombas escondidas por los rusos entre los juguetes, en una casa abandonada? En las guerras, los niños tienen que aprender lecciones adultas, aunque era evidente que ambas estaban protegidas por el amor. Protegidas no conlleva vivir engañadas, pero saben que la maldad es anomalía. Nada en el rostro de esas pequeñas diagnosticaba heridas invisibles. No está en nuestra mano dictaminar cuando ciertas lecciones llegan a nuestra vida, solo aprenderlas. Una presentación impregnada de gran periodismo y de fraternidad.

Viktoriya, Zavyetnova, de la asociación AALUD destacó que el gran trabajo de organización de la ayuda leonesa se logró con mucho trabajo en equipo, tesón «y fe en Dios». Ahí está la inmensa labor de Cáritas, de empresas, de las instituciones que agilizan tareas administrativas complejas. Llevo aquí desde 1985 y aún no sé por qué los leoneses tienen la etiqueta de fríos.

Martín lo dejó claro enseguida: «Nadie en el convoy fuimos a Ucrania creyéndonos corresponsales de guerra, sino con la voluntad de ayudar». Alimento, ropa, medicinas, enseres… y no regresaron de vació, pues se trajeron varias exclusivas periodísticas internacionales. Me pregunto si quien colocó en los juguetes las bombas ya ha muerto. Si morirá de viejo, ¿llevará siempre consigo siempre el remordimiento de su monstruosidad? En cambio, las dos hermanitas ucranianas crecerán sabiendo que la bondad existe, pues León es la prueba. De mayores, serán buenas —y, por tanto, muy posiblemente felices— pues vieron a sus mayores seguir siendo humanos pese al horror. La paz interior también se gana.

tracking