Diario de León

Panorama ROSA PALO

La noche americana

Creado:

Actualizado:

C uando enciendo una luz, Pegándole un mordisco a una tostada de tomate, conozco a una tipa en la cafetería del tren. De mi quinta, año arriba, año abajo. Moderna de provincias con clase, viste de negro y luce unas de esas grandes gafas de pasta que te convierten en galerista de arte, en editora de moda o en socia capitalista de un restaurante con ínfulas. La escena comienza con la tipa criticando el lamentable estado del transporte ferroviario español porque hay más meneo de lo normal, pero acaba con dos extrañas en un tren charlando sobre series, el nuevo lugar común. «Recomiéndame algo. Es que me acabo de separar, mis dos hijos ya son mayores y viven fuera, mi perrita se murió hace tres meses y tengo mucho tiempo libre». Le comento una que está en Movistar Plus +. «No, esa no la tengo porque se la ha quedado mi ex».

Antes nos repartíamos los libros y los discos; ahora, los perros vivos y las plataformas. Renunciar a una plataforma por culpa de un desamor no es cosa menor, como tampoco lo es renunciar a algo por lo contrario, porque estás profundamente enamorado. Afortunadamente, lo mío se ha limitado a sacrificar una noche de fiesta porque coincidía con un partido del Madrid, a tener que dormir sin calcetines y a dejar de aliñar la ensalada con vinagre. Renuncias pequeñas, de andar por casa; las grandes, como abandonar un país, una familia o un trabajo, se las dejo a los héroes del amor, a los yonquis de la épica.

En ‘La noche americana’, Nathalie Baye, que interpreta a la script de la película que está rodando Truffaut, pone las cosas en su sitio: «Yo por una película dejaría a un hombre, pero por un hombre nunca dejaría una película». Lógico, porque el cine es más grande que la vida. Veremos si la política también lo es.

tracking