Diario de León

Panorama
JUAN CARLOS VILORIA

Hastío del ‘procés’

Creado:

Actualizado:

El dato más relevante que arrojan las urnas en las elecciones al Parlamento de Cataluña es que por primera vez en democracia los partidos de obediencia nacional/independentista no logran sumar los suficientes apoyos para alcanzar la mayoría absoluta. Después de una década de ‘procés’ fallido en que las energías de Cataluña se han desangrado en una épica estéril, los catalanes lanzaron un potente mensaje contra los adalides de poner el camino a la autodeterminación y la independencia por encima del bienestar, la estabilidad, la seguridad y la economía del país. El hastío social que se detectaba ya en la vida cotidiana, en las casas familiares, en la vida cultural, se ha reflejado en las urnas ahuyentando el fantasma del independentismo como medio y como fin. Pero sumado a este clamor contra el radicalismo independentista, el hecho de que la fuerza más castigada fuera ERC indica que la calamitosa situación de la educación, las finanzas, la sanidad, las infraestructuras y el tejido empresarial provocado por el gobierno encarnado en Pere Aragonès ha pasado una durísima factura a los de Oriol Junqueras. Puede haber argumentarios que atribuyan el desplome de ERC a su política pactista con el PSOE y cierta inconsistencia en la defensa de los postulados independentistas. Pero si alguien se ha sacrificado con años de cárcel hasta los indultos de Sánchez han sido los de Oriol Junqueras y sin embargo se han quedado sin premio. Paradójicamente, ha sido el fugado Puigdemont el que ha obtenido mayores réditos de su espantada y su cruzada épica por la secesión. Ahora los dirigentes de la ERC tendrán encima de la mesa, para que el castigo sea todavía más cruel, la decisión de apoyar o no un eventual gobierno tripartito con Illa de presidente. Sus propias bases están divididas entre los partidarios de dar prioridad a retomar el ‘procés’ uniendo fuerzas con Junts y volver a movilizar a la sociedad y los que querrían reeditar aquellos tripartidos con Montilla y Maragall. La otra posibilidad sería el bloqueo de la candidatura de Illa, pero cualquiera de las dos opciones podría ser desastrosa. En relación con los efectos secundarios a nivel nacional, el primer beneficiado será probablemente, salvo que Puigdemont se invente una jugada diabólica, Pedro Sánchez, al tener a sus siete votos que le sujetan en Moncloa más dependientes que nunca. El PP también podrá hacer una lectura positiva de su fuerte recuperación con una implantación que se acerca a la de los tiempos de Vidal Cuadras. Lo ha conseguido pese a que Vox aguanta y le permite respirar ante futuras consultas de ámbito nacional. Sin embargo, el nacionalismo vasco de Bildu y PNV que soñaba con establecer un bloque de presión asociado a ERC y Junts tendrá que rebajar sus expectativas. Las elecciones europeas de junio serán el asalto final de esta cadena electoral y servirán para poner orden en un tablero que todavía sujeta con alfileres a Sánchez en la Moncloa.

tracking