Diario de León

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Sabido es que Gijón es la playa de León. Y, para quien no la haya probado aún, la Semana Negra el lugar de refresco a caballo entre la realidad y la ficción que muda de hábitat de año en año y rompe las fronteras del género criminal para abrir las costuras de la poesía, de la lucha y el humanismo. Por el puerto deportivo de Gijón, se paseó este año la obra de Emilia Pardo Bazán señalando donde más nos duele: los feminicidios.

Un siglo después de la muerte de la gallega, tan transgresora ella como su obra, los relatos de mujeres apaleadas, emparedadas o degolladas, violentadas en la calle, minusvaloradas, reducidas a locas y muertas en vida nos reflejaron el espanto de la vida cotidiana de muchas mujeres de hoy. Hemos cambiado de atuendo y no llevamos corsé, pero las mujeres son asesinadas o violadas, como les sucedió ayer mismo, en Gijón, a cuatro jóvenes. Nada escapó a la pluma de la escritora que empoderó a mujeres decididas, aunque no logró ser académica por ser mujer.

Lo bueno de la Semana Negra es que tomas las aguas del Cantábrico (y las sidrinas asturianas) y disfrutas las corrientes del otro lado del Atlántico. Desde Argentina vino Patricia Piñero para llevarse un flamante Dashiell Hammet con su novela  Catedrales , y desde Harlan, Kentucky, nos bañó el sonido de las luchas mineras de los años 30 del siglo XX en este condado que cerró su último pozo en 2019 y ahora se debate entre un futuro basado en el turismo o los cielos abiertos que destrozan sus montañas a mordiscos. Las voces rescatadas por Alessandro Portelli nos preguntaron  Which side are you on? —¿De qué lado estás? —. La misma canción que cantaron los mineros ingleses en los años 80 y los estibadores australianos en los 60 y que los jóvenes antiglobalización entonaron en Nueva York en 2011 cuando les cortaron la corriente para los micrófonos. El mismo hilo dorado que sale de la garganta de Ani DiFranco adaptado a las luchas ambientales, feministas y el movimiento  Black lives matter  de la USA actual.

Ante el horror cotidiano de los asesinatos machistas, ante líderes como Pablo Casado que se dicen constitucionales y falsean el origen de la Guerra Civil o ante la idea de que los macroparques eólicos pueden ser compatibles con un futuro sostenible resuena la misma pregunta como un aldabonazo:  Which side are you on?.  Hay que elegir. Seremos mineros o matones. Florence Reece, la autora de la canción original, lo dijo bien claro: «Dicen que en el condado de Harlan / no hay nadie neutral/ Serás un hombre del sindicato/ O un matón de JH Claire». El caso es que todavía hay quien prefiere ser un matón del sheriff JH Claire. Porque los malos, en la vida y en la ficción, pocas veces reciben el castigo que merecen.

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