Editorial | Más vulnerables y más numerosos

Los conductores de más de 65 años son un colectivo creciente en la provincia por el envejecimiento de la población, y también por las mejores capacidades en las que se afronta ahora esta etapa de la vida. Sin embargo, en cuestión de tráfico está demostrado que a partir de esa edad se presentan mayores vulnerabilidades, tanto al frente del volante como en su faceta de peatones.

Los mayores de esa edad no son, lo demuestran las estadísticas, un peligro al volante, pero sus siniestros registran un mayor índice de letalidad. Que las medidas que han sido tan efectivas en otros ámbitos en los últimos años no han logrado reducir. Su índice de siniestralidad es bajo si se compara con el de los jóvenes, pero presentan patrones a los que prestar atención. Ese es el objetivo de una nueva campaña de la Dirección General de Tráfico, que pretende sensibilizar al colectivo no sólo como conductores, sino también como víctimas.