EDITORIAL | Cinco minutos para oír la voz de alarma del mundo rural
El ‘Yo paro por mi pueblo’ contará con un importante respaldo en la provincia de León. Se trata de una movilización lanzada a nivel nacional por la Coordinadora de la España Vaciada para intentar llamar la atención sobre el ocaso al que se asoma el mundo rural. El éxodo rural ha provocado un trasvase poblacional de los más jóvenes que deja a los pueblos con personas envejecidas como únicos habitantes, lo que hace inviable su sostenibilidad ante la ausencia de relevo.
Incluso cada verano son menos los que retornan a los pueblos porque los lazos que les unen se van difuminando al desaparecer esos ultimos habitantes de un mundo rural que intenta cambiar las cosas porque ya no queda margen para aplazar las soluciones. De momento, el primer paso se ha dado. La despoblación y el envejecimiento de buena parte de España ha conseguido hacerse un hueco importante en los debates a nivel nacional, e incluso los partidos políticos y las instituciones anuncian iniciativas, modificaciones legales y planes de inversión. Pero como ocurre con tantos asuntos de importancia para la ciudadanía si la presión no se mantiene esas buenas intenciones probablemente no se harán realidad. Y por eso, es entendible y probablemente necesario ese ‘Yo paro por mi pueblo’ que cuenta con apoyos abundantes en la provincia como el de las organizaciones agrarias, un buen número de ayuntamientos, la federación de pedanías y partidos.
La movilización de hoy pretende algo muy concreto: un pacto de Estado para exhibir que la despoblación sí es una prioridad de todos.