Editorial | Labrando un futuro justo

El campo tiene mucha vida en la provincia. Si alguien lo dudaba, se hizo evidente con la riada de personas de todas las edades que sembró la ciudad de León de exigencias de un futuro justo. Todas las previsiones quedaron desbordadas. Cinco mil personas y 800 tractores pusieron en claro esa unidad del campo ante una situación que se hace cada día que pasa más insostenible. Frente a una crisis perenne que pone en cuestión el relevo en la agricultura y en la ganadería, ayer palpaba una importante presencia de jóvenes que quieren permanecer en sus pueblos y trabajar las tierras que han heredado de sus mayores.

Fue un grito de orgullo por lo rural. De ese León que calladamente aporta una parte fundamental a la economía de esta provincia a pesar de que no siempre ha recibido el trato que merecía.

Dentro de un movimiento a nivel nacional que se ha ido extendiendo durante las últimas semanas, ayer León y el lunes Ponferrada, acogen unas protestas que son históricas por la capacidad de movilización derivada del hartazgo que sufre el sector.

El lema común ‘Por el futuro de la agricultura y ganadería de León’ no dejó lugar a dudas sobre cuál es el eje central de la manifestación ni tampoco el objetivo compartido por todos los que se sumaron desde los más variados rincones de la provincia.

«Decid con orgullo que estuvisteis en León con vuestros tractores. Decid con orgullo que hoy estuvisteis donde teníais que estar». La frase final del acto con la que se cerraron las intervenciones resumió este sentimiento de amor propio mostrado con total merecimiento y justicia por los protagonistas de este 28-F. Reivindicaciones en favor de los regadíos, por unos precios justos, por una PAC que mantenga las ayudas... los problemas son conocidos y también las fórmulas para darles respuesta. Que las administraciones, y especialmente el Gobierno central, apuesten en firme por el sector primario y cumplan en tiempo y forma con los compromisos de inversión y con la puesta en marcha de reformas legales que sirvan para protegerlo.

Con todo lo que está pasando en España parece totalmente imprescindible que el Ejecutivo habrá un diálogo urgente y eficaz con el sector, y que pelee de verdad en Europa por la PAC. Hay que conseguir las inversiones, las modernizaciones y los marcos legales que den estabilidad y garantías al sector. Una generación joven aguarda en el campo una oportunidad para evitar que se agudice la España vaciada.

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