¡Marcha atrás, no!

Es lo más probable que ocurriría si por encima de tod y de todos llevan a cabo la obra que pretenden hacer en el paso a nivel de Veguellina de Orbigo: el pueblo prácticamente quedaría partido en dos, podría perder negocios, vida y puede que incluso habitantes, y por supuesto la posibilidad de que se instalen otros nuevos aquí, eso por descontado. Es decir, que nos obligarían a retroceder unos cuantos años para atrás y todo lo que paso a paso y durante tanto tiempo, con tanto trabajo y esfuerzo se ha ido consiguiendo lo borrarían de un plumazo. De modo que piensen por un momento el gran perjuicio que nos pueden hacer. El tren fue, hace muchos años, uno de los motores que impulsó el auge de este pueblo, que creció en el entorno del ferrocarril. No nos lo pongan ahora en contra y hagan de él nuestro enemigo, porque, a pesar de los beneficios que nos ha otorgado, Veguellina ya existía mucho tiempo atrás. En su día le dieron solución a un camino para poder crear esta infraestructura que tan beneficiosa nos ha sido, busquen ahora la mejor nativa, que seguro que la hay, que sea la solución más idónea y que no nos perjudique y todos saldremos ganando. De lo contrario es como si nos estuvieran echando de Veguellina. En vista de que la empresa que gestiona esto, ADIF, presume de ser comprometida con el medio ambiente, sostenible, y, sobre todo, que intenta dar acceso a todos - en lo que pretenden hacer esto es inviable porque por los accesos para peatones no podrían circular personas de movilidad reducida, creo que ni siquiera se cruzarían dos personas con los carro de la compra -, estos valores que nos venden es necesario demostrarlos, si no se fueda todo en humo y no sirve de nada...