Despidos en la Universidad de León
El 11 de noviembre el Consejo de Gobierno de la Universidad de León ULE decidió no renovar dos Plazas de Profesor Ayudante Doctor del Departamento de Producción Animal, despidiendo así a dos profesores, tras cinco años de contrato y a pesar del informe favorable del Departamento sobre su actividad laboral. Cada uno de estos profesores presenta un excelente Curriculum Vitae y, hasta su despido, pertenecía a un Grupo de Investigación de Excelencia de la Junta de Castilla y León, participaba en varios proyectos de investigación obtenidos en convocatorias competitivas y en contratos con empresas, había participado en un Programa de Doctorado con Mención de Calidad, impartía docencia de varias asignaturas y dirigía una Tesis Doctoral. Si esta decisión es por sí misma lamentable, lo es aún más si se consideran las circunstancias que la rodean. En la ULE no existe una Normativa que regule la renovación de los contratos de los Profesores Ayudantes, posiblemente porque hasta ahora la renovación se producía de forma automática en ausencia de un informe negativo. El Acta de la reunión del 11 de noviembre recoge textualmente el compromiso asumido de impulsar, de forma inmediata, la elaboración de una Normativa o, en su caso, Criterios para la Renovación de profesorado contratado. ¿Cómo puede la ULE despedir a dos profesores con una trayectoria laboral excelente y reconocer simultáneamente que debe elaborar una Normativa que regule la renovación o no de sus contratos?. ¿Y por qué a otros profesores sí se les renueva su contrato sin existir dicha Normativa?. Semejantes decisiones pueden provocar sospechas sobre su arbitrariedad, algo que nunca debería ocurrir en el ámbito universitario. La ULE suele aparecer mal situada en los rankings que valoran la cantidad y calidad de la productividad científica de las Universidades españolas. Decisiones como ésta contribuirán a disminuir su productividad científica, y con ello su valoración externa en un momento de creciente competencia entre las Universidades. Claramente es una mala noticia, no sólo para los que nos vemos directamente afectados por el despido de dos compañeros, sino para todos los profesores universitarios que con nuestro trabajo diario tratamos de contribuir a mejorar el sistema universitario español.