Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El 18 de septiembre murió uno de esos hombres que es capaz de marcar en buena parte el rumbo de un país para bien o para mal, me refiero lógicamente a Santiago Carrillo o más bien a Don Santi, lo llamo don no porque me parezca que sus comentarios en la Cadena SER me hicieran tener una idea más cercana de lo que pensaba o de lo que creía, algo que ciertamente no difiere mucho de lo que hacen cientos de políticos, periodistas o todologos de este santo país, sino porque a diferencia de todos ellos, él opinaba sí, pero con respeto a los demás. Hecho por el que solo merecería tal dignidad. Pero es que además este por muchas críticas que haya recibido de ciertos sectores de la derecha durante y después de la dictadura franquista. En virtud de su participación en la revolución de Asturias, de su supuesta culpabilidad en la errónea decisión de ejecutar a los presos nacionales en Paracuellos o la dirección de los Maquis. Cabria decir que aunque esas decisiones hoy no se tomarían por ser erróneas o violentas, configuraron su futuro y su propia personalidad política. Que le condujeron a tener un gran sentido de la responsabilidad, dado que los Maquis dejaron la guerrillera en tiempos del primer franquismo por su propia decisión entre otras más, a pasar de su inicial afinidad con la URSS a condenarla por sus asesinatos políticos. Uniendo a todo ello otras decisiones valientes para el bien del PCE y su crecimiento social a fines de la dictadura, como fueron el acercamiento entre las asociaciones católicas y el movimiento comunista antaño tan alejados. Su apuesta junto a Marcelino Camacho por la creación del sindicato CCOO para combatir la dictadura desde el mundo del trabajo, así como para forjar un electorado trabajador de izquierda alternativa, que aunque pequeño en España creció exponencialmente desde su inexistencia en época de la república a la transición, e incluso a la propia fortaleza del movimiento socialdemócrata que fue el gran vencedor de la progresía española. Y es que Don Santi a pesar de que no consiguió que el Partido Comunista de España fuera lo que fue su homologo italiano, a pesar de contar con gentes como Rafael Alberti, Dolores Ibarruri o Ramón Tamames. Logro que su formación, junto al PCF o el PCI se convirtiera al eurocomunismo dejando de lado la intolerancia y talante poco democrático del marxismo-leninismo, una decisión que explica en buena parte sus buenos resultados electorales que llegaron a alcanzar los 23 diputados en las Cortes. En lo que mucho tuvo que ver su decisión de votar una Constitución consensuada por primera vez en nuestra historia, entre fuerzas tan dispares y alejadas de su forma de ver el mundo como la UCD o CiU además de con un Partido Socialista en el que él mismo milito en su juventud, baste como muestra que este gran acto de su legado junto a otros con su amigo Adolfo Suárez, recibió el 88,54% de votos afirmativos en todo el país. Cosa difícil si echamos la vista atrás y observamos que antes que la Carta Magna vigente hubo ocho realizadas desde el más absoluto sectarismo con los golpes militares consiguientes. Lo cual debería hacernos plantear como hubiera sido la transición en España, si Santiago y otros líderes de izquierdas no se hubieran dado cuenta de la necesidad de buscar una salida negociada al franquismo entre sus sectores aperturistas, y la Platajunta. Ante lo que el fin definitivo de Carrillo al frente del Partido Comunista cuando el PSOE alcanzo la demoledora e inalcanzada cifra de 202 parlamentarios, mientras su PCE se quedo en cuatro parlamentarios, no fue sino la muestra de que la transición había terminado con un Gobierno de centro-izquierda. Cierto es que siguió con ciertas aventuras en política al modo y manera del que un gran líder difícilmente puede jubilarse de su gran oficio y afición. Primero como crítico en el PCE de Gerardo Iglesias que decidió crear una IU con otros grupos de izquierdas, para después participar en el Partido de los Trabajadores de España, que le valieron la animadversión de ciertos sectores mezquinos del PCE pero no de sus votantes o viejos compañeros. Finalmente dejo la política en activo pero no el ser un animal político que diría Aristóteles, como siempre nos recordaba en la SER con su querida Gemma Nierga. Así que hoy Don Santi solo puede estar en un sitio, el cielo, discutiendo con Ibarruri o Labordeta mientras sigue fumando sin parar, aunque aquí abajo nunca lo olvidaremos ni su familia, ni el conjunto de la izquierda.

tracking