Quien no se mueve, no siente las cadenas

CARTA ABIERTA A tod@s amig@s, compañer@s, politic@s, y profesionales que últimamente me dicen: “eso no vale para nada”, “lo que intentas es una pérdida de tiempo”, “eso es trabajar a lo tonto” “vas a fallar”, “no funcionará”, “nosotr@s no podemos hacer nada”… Yo, com0 ciudadana, tengo un compromiso con los temas sociales y el reto de programar actividades, según las necesidades que surgen. Soy consciente de que no existen fórmulas mágicas, pero estoy dispuesta a hacer un esfuerzo y dedicar una parte de mi tiempo, intentando llegar a un modelo de sociedad que valoro y deseo. Yo asumo el riesgo del fracaso o que las cosas salgan mal, pero si no me implico, todo el concepto que tengo de una democracia participativa queda obsoleto. Ya llevo casi 35 años participando en la lucha social: en la calle, en asociaciones y movimientos sociales. Nunca en partidos políticos o sindicatos, donde ese trabajo está remunerado o recompensado con tiempo libre y pago de gastos. Y justo de estos vínculos viene la crítica. Vosotr@s, los que tenéis unas condiciones mucho mejores: tenéis espacios, presupuestos, una estructura jerárquica, una infraestructura hecha y las recompensas de vuestra labor. Nos estáis criticando y algun@ riéndose de una ciudadanía que empieza como l@s niñ@s pequeños a andar y a hablar. Una ciudadanía que reivindica y lucha en plataformas y movimientos. ¿No veis que estamos haciendo vuestro trabajo, lo que vosotr@s no habéis hecho con suficiente esfuerzo todos estos años?. Os estamos observando, controlando y publicamos las injusticias, vuestra mala gestión de nuestros recursos y vuestra corrupción. Eso os molesta. Podéis elegir una de dos: apoyarnos con todas vuestras fuerzas o iros a la mierda. Y os recuerdo: la situación económica y social del país donde vivo, quiero decir la llamada “crisis”, es el resultado de vuestra actitud y es vuestra responsabilidad, ¡la culpable no soy yo!. Claro, lo nuestro va lento, fracasamos, caemos y nos levantamos otra vez y, si hace falta, empezamos de nuevo. Crear una estructura sin jerarquía, libre y en igualdad requiere experiencia, paciencia, tiempo, creatividad, mucha energía, creer en utopías y estar convencida de nuestra capacidad de autogestión. Y que es muy importante: Estamos perdiendo el miedo y está creciendo nuestra autoestima, porque ¡no nos queda mucho que perder! Para mí, no hay alternativas. Hay que pasar de la comodidad a la acción y ponerse a actuar. Puede que tengamos pequeños fracasos, no importa, hay que solucionarlos para poder seguir adelante, eso no significa dejarlo todo. La puesta en marcha de un proyecto social significa también analizar cuales son los problemas y obstáculos que nos vamos a encontrar en el camino. A veces en nuestros proyectos es necesario hacer modificaciones sobre la marcha, nada se diseña de una forma perfecta, es normal que tengamos que hacer revisiones y ajustes. Lo importante es ser capaces de superar los nuevos obstáculos que surjan. “sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir hasta dónde se puede llegar” (Thomas Steams Eliot) J.N., ciudadana de Ponferrada