Diario de León
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MÉRIDA´1230 19-3-2014 Francisco Iglesias Carreño* Presidente PREPAL Una vez que todos (o casi todos) hemos repasado las estrofas del poema de Tennyson, en la épica de la carga de la brigada ligera, por el aquel de la reciente decisión/invasión de Ucrania (península de Crimea)por el gobierno del ciudadano ruso Vladímirovich Putin (D. Vladimir), vemos que ciertos y señalados hechos del proceso histórico, lejos de marcharse camino de la obscuridad se nos vuelven presentes y tal proceder no es, en nuestro criterio, algo que de forma obligada solo acontece fuera y que aquí, en nuestra cercanía, los sucesos trascurren sin estar sujetos a ese sincronismo universal. Tenemos ahora, este nuestro presente, la oportunidad de hablar de la urbe de Mérida y ambientar como tal población está estrechamente insertada en el hacer integral (cultural/social/ histórico/antropológico) de la Corona Leonesa, en términos amplios, y también, en apreciaciones más concretas, de la urbe leonesa de Zamora. Al citar lo precedente no es que queramos hablar de Las Edades Leonesas del Hombre pero, en la realidad, si lo hacemos. Casi podríamos decir que vamos caminando hacia el sur, en esa especial circulación por La Vía de La Plata y La Vía Dalmacia, con los ejércitos de la Corona Leonesa (donde un amplio contingente son los Fraters de Cáceres o, si se prefiere, los Caballeros de la Orden de Santiago, y otras milicias urbanas) donde se vivencia una comunidad jacobea global. El ir hacia el sur de las gentes del oeste peninsular no es como el de otras partes de solar hispano. Aquí en el Regnum Imperium, nuestros antepasados en la leonesidad,tienen fijadas, de antemano, metas muy precisas. Una de ellas , en 1230, es la ciudad de Mérida (la Emérita Augusta fundada en el año 25 a.C. -Emperador Augusto- por el Legado "Publio Carisio", para que sirviese de retiro a los veteranos de dos legiones que legiones que habían luchado en las guerras cántabras la "V Alaudae" y "X Gémina" ) y tal proyecto ponen todo su afán. Mérida es importante para los leoneses y los agarenos, por ello, una vez que se inicia el trance bélico de cercarla, un ejército, comandado por Ibn Hud, se acerca desde Córdoba para socorrerla, y ante tal amenaza para las huestes leonesas, su Rey, el zamorano Alfonso IX, toma la valiente, drástica y espectacular decisión de cruzar el río Guadiana y atacar a quienes querían socorrer la ciudad. El encuentro bélico tiene lugar en Alange y del mismo sale victoriosa la Corona Leonesa. [Alange está en la memoria histórica de la leoneseidad] Alfonso IX (“el hombre de Alange”) se vuelve sobre Mérida que, a los pocos días, logra tomar y de cuyos actos/incidencias/acciones de su conquista, destaca la toma del puente sobre el río Guadiana, donde sobresalen por su ímpetu en la lucha las milicias concejiles de Zamora. Es ese puente, en representación heráldica el que está ubicado, por decisión de Alfonso IX, en el segundo cuartel del escudo de la ciudad leonesa de Zamora, de ello ahora cumplimos 784 años (¿Tenemos que decir que estamos a 16 años del VIII Centenario del Escudo de la ciudad de Zamora?¿Iden de la conquista de Mérida?¿Iden de la Batalla de Alange?; por si acaso, y de forma pública, lo decimos, como en su momento, cuando nadie decía nada, dijimos, mediante el oportuno escrito registrado, sobre el VIII Centenario de la Universidad de Salamanca). Es posible que otros muchos lugares de la península tengan amplias raíces identitarias, pero tan amplias, tan firmes y tan consolidadas como las de las cuatro regiones históricas de la Corona Leonesa, diríamos que pocos, ¡muy pocos!, nos serían parangonables. Venciendo en Alange y tomada Mérida, la urbe de Badajoz fue otra población conquistada, ¡otra más!, en la campaña leonesa de 1230. Curiosamente la batalla de Alange se inicio con el incidente de no tener espuelas calzadas el soberano Alfonso IX, tal inconveniente se ve que lo supo resolver con su decisión, intrepidez y valentía, en modo alguno hizo de ello lamento, ni imponderable y, menos aún , dejación. Merída esta ahora, ¡ha estado siempre!, en nuestro escudo y en nuestra memoria. *Del Instituto de Estudios Zamoranos Florián D´Ocampo

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